
Construyó un palacio, amó generosamente, escribió versos
Rosa Ramos. Hay una diferencia entre los cuentos y las historias. Al menos eso me inspira a pensar León Felipe quien se dolía de tantos cuentos con los que nos adormecen: “… los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos…”; en tanto -creo- las historias nos despiertan y nos mueven a caminar con sentido, en dirección elegida, esa nuestra, única y compartida, tantas veces hoy en peligro de perderse en deambulares.
Esta es la historia de Antonio, un hombre del siglo pasado, que llegó a un nuevo mundo en el vientre de su madre, que ya llevaba otros dos pequeños de la mano, dejando detrás una tierra, una lengua y un mundo lejanos.
Fue alumbrado en 1900, signado no solo por aquella distancia y pérdida de referencias que debió sufrir su madre, sino por otra: su padre falleció antes de que él naciera. (más…)

Acompañar y perfumar… Tan simple y tan difícil
Rosa Ramos. Internada, en una cama que no es la suya, yace una mujer que acaba de cumplir ochenta y dos años que no representa, por su rostro y manos sin arrugas. Hasta hace diez días era “la señora de la casa” que cocinaba para toda la familia, aunque confiesa que se sentía un poco cansada y “desanimada”, con poca voluntad para hacer algo más allá de la rutina doméstica.
De “profesión labores”, como figuraba antes hasta en los documentos oficiales, o “ama de casa” que se ocupa de los oficios del hogar…, esas acciones tan fundamentales como invisibles que han desempeñado tantas mujeres a lo largo de la historia. Aunque de esta “profesión” quizá la más difícil e invisible ha sido la de responsabilizarse de administrar las existencias, es decir de “la economía doméstica” en los días de abundancia y en los de escasez. Sin que se note, sobre todo en ellos. (más…)

Al final… ¿será el silencio o será la palabra?
Rosa Ramos. [Amerindia]
“Y ha de morir contigo el mundo mago…
y todos los amores
que llegaron al alma, al hondo cielo…?”
Antonio Machado
Seguimos en “emergencia sanitaria”, pero también seguimos en Pascua y seguimos intentando dejarnos regalar la Presencia del Resucitado y decirle como Tomás: “Señor mío y Dios mío”.
La muerte visita el planeta. Parece que nos damos cuenta en este período, aunque nos visita a diario, siempre, como “segador esforzado” al decir de León Felipe, quién la pone en su lugar: le recuerda que ella no es más que una obrera esforzada, quizá una partera de la vida. (más…)

Laicos con espíritu… agnósticos y ateos también (II)
Rosa Ramos. “Mil gracias derramando
pasó por estos sotos con presura;
y, yéndolos mirando,
con sola su figura
vestidos los dejó de hermosura”.
San Juan de la Cruz
En la entrada anterior les compartí el aleteo libre pero reconocible del Espíritu en un texto poético escrito, musicalizado y recitado con esa voz grave tan entrañable de Alfredo Zitarrosa, hijo dilecto del Uruguay laico. Hoy quisiera continuar en la misma línea de leer la Presencia de Dios, los vestigios de su paso, que nos deja esa identificable alegría, el gozo de la hermosura, y, simultáneamente, la añoranza, el deseo de más, de abrazo y eternidad. (más…)

Laicos con espíritu… agnósticos y ateos también (I)
Rosa Ramos. «El viento sopla donde quiere, y oyes su voz,
pero no sabes de dónde viene ni a dónde va.
Así es todo el que nace del Espíritu» (Jn 3, 8).
En los agnósticos y en los ateos también sopla, late y alienta el Espíritu haciendo gala de su libertad.
Vean este texto del cantautor uruguayo, don Alfredo Zitarrosa (1936-1989):
“Hago falta… yo siento que la vida se agita nerviosa si no comparezco, si no estoy… Siento que hay un sitio para mí en la fila, que se ve ese vacío, que hay una respiración que falta, que defraudo una espera… (más…)

Cuando la enfermedad es la sanadora
Rosa Ramos. Hay enfermedades incurables producidas por heridas fieras. Hay heridas que no cierran nunca y que se reabren al mínimo roce. Siempre doliendo carne adentro, como un aguijón anclado en lo más profundo, doliendo de un modo que sólo quien lo padece lo sabe.
“Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé! Golpes como del odio de Dios…”, decía César Vallejo, un hombre malherido también.
Siempre sangrando esas viejas heridas, y muchas veces salpicando a otros. Otros que no entienden, otros que se alejan… Y otros que intuyen, acompañan, aman incondicionalmente, y también sufren, pero están allí fielmente, misteriosamente, diciendo cada día “presente”. (más…)

Emilia: un siglo de vida y entrega
Rosa Ramos. Va aquí otra semblanza de mi colección de historias mínimas.
Los que conocieron a Emilia la reconocerán inmediatamente, y una emoción llena de gratitud brillará en sus ojos. Los que no la conocieron seguramente podrán encontrar en el paisaje de su propia memoria otras mujeres como ella. Espero que así sea, porque son personas como esta las que afirman nuestra esperanza en que la humanidad camina con un horizonte: una vida más bella y digna para todos.
Alguien ha dicho que la caída de un árbol hace un gran estrépito, pero los bosques crecen en silencio. Nuestras prisas así como el bombardeo de estímulos que recibimos continuamente, nos impiden constatar que en nuestro mundo ya abunda más la generosidad, el don de sí y la bondad, que el mal, que sin embargo hace tanto ruido. (más…)

Una historia mínima
Rosa Ramos. Estimados lectores del blog de Cristianisme i Justícia:
Hace tiempo que no comparto nada en este espacio… y me han invitado a hacerlo. Estoy trabajando en un nuevo libro, no un sesudo libro de investigación, sino que me estoy sacando el gusto de escribir desde la experiencia y la “inteligencia sintiente” que contempla la realidad cotidiana. Espero que también sirva de ayuda a otros para ejercitar la mirada que traspasa la superficie y se adentra en la urdimbre de la humanidad de la que somos hilos.
El punto de partida: cada ser humano es un misterio, fascinante y tremendo, cada uno carga con su cruz, su herida al costado y su rayo de luz… Yo diría su capacidad de sanación, rescate… para una nueva oportunidad de ser, de vida en abundancia. (más…)

Constructores de fraternidad en una sociedad fragmentada (II)
Rosa Ramos. En el número anterior compartíamos partiendo de la realidad de fragmentación de la sociedad actual, el apremio a ser constructores de fraternidad al estilo de Jesús y desde el principio de Encarnación. Hoy aportamos otras dos pistas. (Recuerdo a los lectores de Cristianisme i Justícia que esto es una síntesis apretada de una presentación en el Encuentro Nacional de Laicos realizado en Montevideo, Uruguay, el 28 de mayo de 2016).
Llamados y enviados al seguimiento comunitario.
¿Cuál fue el camino elegido por Jesús para predicar “el Reino de Dios está cerca”, para hacerlo visible? Jesús elige vivir, moverse, actuar, rescatar, en comunidad. La novedad de Jesús como Maestro es el movimiento que provoca con su prédica itinerante, siempre rodeado de una muchedumbre. Para su misión convoca a los Doce para “estar con él y darles poder de expulsar demonios” (Mc 3, 13-19 y paralelos) pero lo siguen numerosas discípulas (Lc 8, 1-3), en tanto que otros amigos lo reciben en sus casas, y otros salen a los caminos para escucharlo, para ser mirados y tocados por él. (más…)