Santi Torres. [Grupo de Migraciones] Cuando el mes de octubre del 2013 tuvimos la  primera reunión del Grupo de reflexión sobre migraciones, poco podíamos pensar que la actualidad (en este caso “¡la maldita actualidad!”) estaria tan presente en nuestras reuniones. Escogimos un tema (las políticas migratorias de fronteras en España y en Europa) que por su complejidad es un tema de largo recorrido, y constituye hoy por hoy uno de los principales elementos de preocupación de todos aquellos que nos dedicamos a estudiar la situación del fenómeno migratorio en nuestro país. Pero la actualidad (¡maldita alctualidad!) no ha hecho sino corroborar que esta cuestión ha adquirido unas dimensiones impensables hace un tiempo: los hechos que se han producido en Ceuta, Melilla, y Lampedusa, y en general en toda la frontera sur europea, con centenares e incluso miles de muertos y desaparecidos, ha evidenciado que la dimensión de la tragedia era muy superior a lo que imaginábamos. Pero no únicamente hemos tenido que tratar sobre la frontera externa, sino sobre aquella interna, tanto o más invisible que la primera y que tiene en los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIEs) su máximo exponente.

Estas son algunas de las conclusiones a las que hemos llegado.

1-      Por diferentes razones se han activado los flujos migratorios que pasan por puntos del norte de África que tienen frontera con España e Italia. En la base de estos flujos una suma de razones estructurales (desequilibrio demográfico y económico que no se ha frenado sino que se ha agravado), con razones más coyunturales como la situación de conflicto que se vive en determinadas zonas de África y Oriente Próximo. Pensemos sinó en la situación de Egipto, Siria, Sudán del Sur, Irak, Mali, Nigeria, Etiopía… A todo esto debería añadirse el impacto que suponen otros factores como los efectos del cambio climático o el acaparamiento de tierras por parte de las grandes potencias económicas, que estan rompiendo el equilibrio de economías fundamentalmente agrarias. Sorprendre la poca atención y espacio que se dedica a explicar las causas de este aumento de los flujos a la hora de ofrecer las noticias, y se alerta desde el grupo de consideraciones simplistas que se han dado desde algunos medios de comunicación hablando de “invasión”, o exagerando determinadas cifras.

2-      En el grupo hemos hablado también de si existen alternativas al reforzamiento de la valla (por ejemplo, con concertinas) o al incremento de la presencia policial. Estas decisiones “externalizan los costos”, de forma que están haciendo la vida extremadamente difícil a las personas que se van concentrando  alrededor de las ciudades de Ceuta y Melilla. Reconocemos que no es una cuestión de fácil solución, pero echamos en falta un debate a fondo por parte de la administración española y europea. Soluciones que deberían pasar por un abordaje de las causas profundas y no tanto por una pura reacción al miedo en que vive inmersa una parte de la sociedad europea, y que ha conllevado el crecimiento de actitudes claramente xenófobas.

3-      Por lo que respecta a los CIEs hemos vivido también hechos dramáticos (¡maldita actualidad!) como la muerte el mes de diciembre del 2013 de un ciudadano armenio en el CIE de Zona Franca de Barcelona. Conjuntamente con el Grupo de voluntarios de visita a los CIEs hemos redactado un posicionamiento de la entidad que pide la supresión de este tipo de centros porque suponen la vulneración y pérdida de muchos derechos, y porque las condiciones en que este internamiento se produce ponen en riesgo la salud y el bienestar de las personas detenidas y sus familiares. Creemos que la ley de extranjería recoge otros procedimientos, y nos cuestionamos el modelo adoptado desde el gobierno del Estado que conduce a un abuso del internamiento como medida previa a la expulsión. Por otra parte la esperada aprobación del reglamento de funcionamiento de los centros no ha introducido ninguna mejora sustancial.

4-      En este mismo sentido, desde el grupo se han estudiado algunos indicadores que demuestran un giro en las políticas de inmigración estatales. Un giro que va desde el acento en la acogida y la integración (a través de los procedimientos de regularización) a un énfasis en la expulsión. Este giro, que podría parecer explicable en la actual situación de crisis económica y de paro elevado, es no obstante, un giro miope a medio y largo plazo. No responde, por tanto, a ninguna lógica económica, pero aún peor, provoca la ruptura de procesos de integración, y deja entrever una visión de la persona humana como objeto de puro intercambio comercial.

La actualidad (¡maldita actualidad!) ha tocado de lleno, pues, el trabajo del grupo de reflexión sobre las migraciones. Una actualidad dolorosa, con dimensiones de crisis humanitaria, que nos debería de hacer pensar y sobre todo que nos debería de despertar los sentimientos de hospitalidad, generosidad, acogida… Porque en el fondo una política migratoria sin sentimientos, no es nada más que una valla punzante.

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Para participar o recibir más información sobre el grupo de Migraciones (Migra Studium y Cristianisme i Justícia) podéis escribir a:  dimarga@hotmail.com

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Imagen extraída de: Moving people changing places

 

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Santi Torres
Miembro del equipo de Cristianisme i Justícia. Licenciado en Psicología por la UB, en Teología por el Instituto de Teología Fundamental y máster en Teoría Política por la Universidad Pompeu Fabra. Presidente del Patronato de la Fundación Migra Studium.
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