
Lo denso
Josep Cobo. [La modificación] Cualquier intento de comprender la fórmula dogmática “Dios verdadero y hombre verdadero” da pie a la herejía, esto es, al malentendido, cosa la cual no deja de ser curiosa, pues en este caso el malentendido no refleja un déficit de inteligibilidad, sino al contrario, un exceso de claridad. Y es que lo ininteligible aquí es, precisamente, la fórmula dogmática. De ahí que la herejía consista grosso modo en reducir uno de los dos términos de la fórmula con el objeto de eliminar la aparente contradicción. Así, tenemos, pongamos por caso, el monofisismo y sus variantes, según el cual la naturaleza humana de Jesús de Nazareth fue absorbida por la divina. O también la postura de los ebionitas, para los cuales Jesús fue a lo sumo un hombre de Dios —un profeta—, pero no Dios mismo. La ortodoxia suele apelar aquí al misterio, pero quizá sea preferible remitirnos a lo denso. Pues puede que la gran aportación del dogma de la Encarnación sea haber transformado la relación religiosa entre Dios y hombre en una relación densa, en donde se desdibujan, de hecho, los extremos de la relación. (más…)
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