
Solo la política puede resolver el conflicto catalán
Jordi López Camps. La historia contemporánea de Catalunya se está escribiendo a partir de sentencias. El año 2010 el Tribunal Constitucional tumbó el Estatut refrendado por el pueblo catalán, además de las aprobaciones previas de los parlamentos catalán y español. Luego, el tribunal Constitucional ha ido anulando leyes, total o parcialmente, aprobadas por el Parlament catalán. Finalmente, la sentencia del Tribunal Supremo con la dura condena de líderes sociales y políticos, es un paso más en la judicialización continuada de la política catalana. Esta sentencia banaliza el delito de sedición y, a fin de justificar las duras penas impuestas, erige una jurisprudencia que hipoteca el ejercicio futuro de los derechos fundamentales como el de reunión y manifestación. Otro quiebro en la calidad democrática española. Mientras tanto, se ha ido construyendo un relato contra el independentismo con el ánimo de alejar aun más la solución del conflicto catalán del ámbito político. (más…)

Juicio y presupuestos. Esperaré y oraré (como John Coltrane)
Xavier Casanovas. Supongo que no soy el único que opina que el encarcelamiento y el juicio a los líderes independentistas es traumático y doloroso, y significa el fracaso de una democracia que no ha sido capaz de resolver sus problemas políticos y sociales por la vía del pacto y el diálogo. Y al mismo tiempo que no tener unos nuevos presupuestos, después de años de recortes y prórrogas, no es una buena noticia para nadie, y no lo es sobre todo para el conjunto de las personas más vulnerables que podrían verse beneficiadas de un cambio de políticas tras ocho años del mismo color.
Sí, creo firmemente que ambas cosas son así al mismo tiempo, y quisiera que fueran completamente diferentes, y me confieso humildemente incapaz de encontrar a quien ni a qué echar la culpa. Como una terrible paradoja. Como una de esas afirmaciones lógicas que como demostró Gödel no podemos decir ni que sean verdad, ni mentira. Y esto me incomoda y me produce un grave desconsuelo. Tengo la impresión de que el juego político mediatizado por esta sociedad de la transparencia y el ruido constante no da demasiado más de sí. (más…)

Caminos políticos hacia la noviolencia
Joan Morera Perich. El 2 de noviembre salieron a la luz los documentos de la Fiscalía y la Abogacía con altas peticiones de condena hacia los catalanes que, tal y como está sucediendo con otros presos anónimos de los que nadie se preocupa, llevan más de un año en prisión preventiva sin juicio justo ni presunción de inocencia. Por otra parte, desde mi especialización en noviolencia activa resigo las características de manifestaciones independentistas y encuentro algunos rasgos que de facto están rechazando el avance de la reconciliación, y que desde luego son contrarios a la noviolencia. Con este artículo pretendo pedir al lector tres cosas: (1) la valentía y honestidad para denunciar toda injusticia, se encuentre en el lado donde se encuentre; (2) la voluntad de empezar una transformación personal que nos capacite para la autocrítica y el contraste constante de información, y (3) que por desconocimiento no llame nunca más violencia a lo que de hecho es noviolencia. (más…)

Carta al juez Llarena
J. I. González Faus. ¿Puede un simple ciudadano expresar respetuosamente su perplejidad ante algunas actuaciones de la justicia que considera injustas? Me estoy refiriendo al problema catalán y por eso debo comenzar diciéndole que, antes de esta carta, me he sentido llamado a criticar los pasos del independentismo: no porque crea que no se puede ser independentista, sino porque estimo que se ha llevado a cabo el proceso a base de ilegalidades, mentiras y falta de democracia auténtica. Para no hablar del lamentable ridículo de un señor Puigdemont, cobarde primero y egótico después.
Pero una vez dicho esto, creo que combatir la injusticia injustamente es un modo de acabar fomentándola. Por eso no puedo solidarizarme con la decisión de mantener en prisión preventiva tan prolongada, a los inculpados por el proceso catalán. (más…)

Moratoria DUI, ¡por Dios!
Carlos García de Andoin. Escribo este artículo no para hacer análisis político sobre un objeto de reflexión, sino para entablar una comunicación con un tú, con un vosotros, amigos independentistas catalanes. Escribo para, desde la modestia de una columna pública, aportar mi grano de arena, en tanto queda tiempo, ya muy poco tiempo, para evitar lo que ya parece inevitable: una intervención del Estado para restablecer el orden constitucional y la consiguiente suspensión de la autonomía catalana por tiempo indeterminado, independientemente de la vía utilizada, el art. 155 o el 116 CE.
Me temo que la suspensión no se limitará a unos meses para celebrar unas nuevas elecciones autonómicas, propuesta de Ciudadanos, sino que se prolongará por años. Años que resultarán muy revueltos, porque la maquinaria de la justicia inhabilitará, multará y meterá a prisión a troche y moche, mientras la movilización ciudadana y el activismo político del independentismo no sólo no se apaciguará, sino que crecerá y se multiplicará en el victimismo. (más…)

Confesiones propias sobre el problema de España en Catalunya
Jaume Flaquer. Yo soy de los que nunca he sido independentista, de esos que, al estar entre dos aguas (padre catalán y madre andaluza) he generado una especie de “agnosticismo” frente al nacionalismo catalán y al nacionalismo español, como si de una guerra de religiones se tratara. La impugnación del Estatuto de Catalunya por el Tribunal Constitucional dio el pistoletazo de salida para que este espacio intermedio se fuese progresivamente vaciando, hacia un lado y hacia otro. Los que queríamos una postura media nos encontramos en un no-lugar sin ningún partido que nos represente. Soy consciente, por otra parte, que lo “mediano” en Catalunya no es lo “mediano” en el resto de España puesto que los extremos de opinión son diferentes. (más…)

Carta a González Faus sobre Catalunya y «el procés»
Jaume Botey. Muy querido Chalo, amigo y maestro.
Ya te dije que a través de un amigo común recibí tu escrito “Tras la diada” y te dije también que, viniendo de ti, me quedé con deseos de escribir un comentario. No sé si sabré hacerlo o encontrar las palabras adecuadas porque en este tema, como dices, palabras y sentimientos andan muy a la par. Por otra parte en esto está prácticamente todo dicho.
Comienzas tu escrito haciendo referencia a tu edad. Me alegra empezar aludiendo también a la mía porque queda claro que en nuestro largo currículum la prioridad ha sido atender el sufrimiento de las víctimas, no otros objetivos. Resaltando además que no ha sido por razones ideológicas o políticas sino específicamente por razones evangélicas y éticas. Esto, inevitablemente, nos ha situado en el espacio de la izquierda social.
Desde esta perspectiva como punto de partida quisiera hacer algunas consideraciones muy generales. (más…)