
Hacer que sea fácil portarse bien (como consumidores)
José Eizaguirre. Uno de los pabellones de la Expo 2015 de Milán anunciaba: “Compra hoy en el supermercado del futuro”. ¿En qué consistía? Se trataba de un supermercado peculiar donde junto a los productos de alimentación puestos a la venta se ofrecía una información complementaria a la que hoy encontramos en las etiquetas y puestos de venta habituales. Además del precio, peso e información nutricional y de alérgenos, los letreros informaban de la procedencia del producto (o de sus ingredientes) y también –y aquí estaba la novedad– del impacto ambiental, medido en kilos de CO2 emitidos por cada Kg de producto, incluyendo el transporte hasta Milán.
En este supermercado era muy fácil, por ejemplo, darse cuenta de la gran huella de carbono de los productos cárnicos respecto a los vegetales. O de la que tienen los ingredientes procedentes de países lejanos. La decisión de la compra seguía recayendo en el consumidor, pero a éste se le facilitaba el poder tomar una decisión consciente respecto al impacto ambiental. ¿Ficción futurista o anticipo razonable de lo que acabaremos viendo? (más…)
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