
Tiempo ganado para la hospitalidad
Mª Carmen de la Fuente. «Esta mañana, en sólo dos horas, han venido 5 personas». Éste es el mensaje que nos envía Pau, jesuita, desde la puerta de Migra Studium, a las 11 de la mañana del lunes 16 de marzo, primer día de confinamiento y primer día en que entidades que hacemos primera acogida tenemos la puerta casi cerrada. Tiempo en que no podemos hacer aquello para lo que fuimos creadas: ofrecer acogida a las personas migrantes vulnerables. Los últimos días pensamos en un sistema de teletrabajo y nos repartimos tareas para hacer desde casa. Parecía que lo teníamos todo controlado, pero la propia vida nos ha recordado que esto no sólo va de eficiencia y gestión y que, mientras dure este confinamiento, tendremos que sufrir la imagen contra la que luchamos cada día: la de las personas esperando ante una puerta cerrada.
Nosotros no ofrecemos un servicio básico y, por tanto, siguiendo las instrucciones de las autoridades y pensando en el bien común, no abriremos. No estaría justificado que una persona saliera de su domicilio para venir «a nuestra casa», aunque para muchas de ellas, y especialmente las más vulnerables, las entidades de acogida son los únicos lugares donde encuentran a alguien dispuesto a escucharlas, donde pueden dejar de ser invisibles y compartir quiénes son y en qué situación se encuentran. (más…)

Achicando agua de un barco que se hunde
Santi Torres [Migra-Studium]. Se han abierto las inscripciones a los cursos de formación que la entidad ofrece durante el segundo trimestre. Cursos de catalán y castellano, de informática, de electricidad, de fontanería, de ayudante de cocina… Son muchas las personas que hacen cola pacientemente en el vestíbulo de Migra, mientras una trabajadora y un voluntario les informan, les preguntan disponibilidades, y toman nota de sus datos. Están acostumbradas a hacer cola y también a esperar. Hay hombres y mujeres. Antes sólo había hombres, pero la nueva realidad de paro y de desprotección ha hecho que muchas mujeres se decidiesen a dar el paso a veces a regañadientes de las propias concepciones culturales. Hay personas de todas las nacionalidades, también personas autóctonas, si bien esta “etiqueta” resulta cada vez más ambigua: ¿cuándo deja uno de ser de allá y pasa a ser de aquí? (más…)

La plaza a la que no podremos llegar. Contra una ayuda despersonalizada
Ignasi Escudero [Fundació La Vinya]. En la fuente de la plaza hoy se llenaban de agua las garrafas de un grupo de rumanos. Aparecieron en Bellvitge en grupo a finales de junio, más o menos. Desde que han llegado el barrio no está más degradado, pero la policía se empeña en detenerlos a menudo. Ellos son para nosotros una referencia de nuestra fragilidad, de todo aquello que se nos escapa. Son esa parte de la plaza a la que difícilmente podremos llegar.
Quisiéramos llegar a ellos o que ellos llegaran a nuestra puerta. Podemos ofrecer actividades y ayudas concretas -refuerzo y ocio educativo para los niños, distribución de alimentos, asesoramiento jurídico…- que se convierten en un espacio de encuentro, trabajo y refuerzo personal y comunitario. Pero, ¿qué sucede cuando una persona o colectivo no puede acceder a estas actividades? Ya sea porque la persona no está empadronada, por desconocimiento de los recursos, porque no se ajusta a una necesidad concreta… En este caso, las actividades pueden ser restricciones al encuentro. (más…)