
La diakonía de Jesús: el arte de lavar los pies
Juan Pablo Espinosa Arce. El lavado de pies comenzó en la Encarnación. San Pablo en Filipenses 2,6-11 insiste en que el Hijo de Dios, el Señor, se “abajó”, se “anonadó”, se hizo esclavo. El concepto griego es doulos (siervo, esclavo). Juan 1,14, por su parte, indica que el Logos, la Palabra de Dios, puso su tienda bajando del cielo. En Juan 13, nuestro texto ejemplar donde se narra la escena del lavado de pies, se muestra un cambio total: ya no son los siervos los que lavan los pies de los señores. Ahora es el Señor el que lava los pies de los discípulos. ¡Este es un intercambio desigual! El que es Eterno se hace esclavo; los esclavos del mundo son tratados como señores. El Jesús que lava los pies es Hijo del Dios del escándalo, del Dios de los contravalores, del Dios contracultural. Jesús toca el polvo de la historia, pone sus rodillas en el suelo de la sala de la última cena y hoy nos invita a que sigamos poniendo nuestros pies, rodillas, manos, corazón, alma, cuerpo, eros, espíritu, ¡la vida! (más…)