
Nicaragua y la erótica del poder
Víctor Codina. La trágica y sangrienta actuación de Daniel Ortega en Nicaragua que lo ha convertido de luchador contra la dictadura somocista en dictador de su propio pueblo, nos impulsa a reflexionar sobre el poder y sus abusos.
Esta reflexión se hace más necesaria si recordamos que también los promotores del socialismo del siglo XXI, Chávez-Maduro, Correa y Evo Morales, con claro influjo castrista, se han perpetuado en el poder más allá de los límites constitucionales y han asumido actitudes dictatoriales y rechazado cualquier tipo de crítica, en contra de sus mismos principios. (más…)

Fidel Castro: signo de contradicción
J. I. González Faus. Estas reflexiones no pretenden tomar partido ante la enorme diversidad de opiniones sobre el líder cubano. Uno de nuestros mejores analistas (Ignacio Ramonet) le ha dedicado unas líneas muy laudatorias. Otras mil voces se han cansado de repetir la palabra “dictador” y de proclamar que la historia no le absolverá, sin concretar mucho más. Aunque a alguno (como Vargas Llosa) temo yo que la historia le absolverá sólo por su gran calidad literaria, pero no por su ejemplaridad en ética sociopolítica.
Que en Cuba haya una dictadura, me parece difícil de negar. Algo de eso dije en este mismo blog, en una carta a Raúl Castro. Que, pese a ello, la Cuba de Fidel tenga algunos méritos llamativos, también me parece innegable. Los enemigos de Fidel se niegan a recordar que la Cuba de Batista era aquello que se llamó “el burdel de Washington”, o a reconocer que los negros están hoy mejor tratados en Cuba que en EEUU y que, en los años sesenta, Cuba fue un ideal para toda Latinoamérica en campos tan serios como alfabetización y medicina. Temo que esa negativa sólo puede hacerse cerrando culpablemente los ojos. (más…)

Siria: fijarse en el dedo y no en la luna
Oscar Mateos. [Todo es posible] Siria vuelve a hacer bueno aquello de que “cuando el sabio señala la luna, el necio se queda mirando el dedo”. Y el sabio en este caso son las organizaciones, centros de estudio y personalidades que han señalado una y otra vez:
1) Que las intervenciones militares no pueden plantearse en términos dicotómicos: o se interviene o la matanza continuará, obviando las alternativas, las enormes complejidades y causas de fondo del conflicto, así como las consecuencias de un eventual ataque (escalada regional, deterioro de la situación humanitaria, etc.);
2) Que no pueden defenderse con un repentino sentido de urgencia, que acaba eclipsando casi todo, como si con anterioridad no se hubieran producido masacres. Son 100.000 ya las personas que ha muerto y más de seis millones las personas desplazadas en los últimos dos años y medio como consecuencia del conflicto. (más…)