
Espiritualidad y mística de la ecología integral
Agustín Ortega. Como conclusión o síntesis de sus Ejercicios Espirituales (EE), San Ignacio presenta la “contemplación para alcanzar amor” (EE 230-237), en donde se manifiesta toda una sensibilidad ecológica, espiritual y mística. Tal como ha desarrollado el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si’ (LS), por ejemplo en su último capítulo, con una espiritualidad ecológica integral. “Dios habita en las criaturas, en los elementos dando ser, en las plantas vejetando, en los animales sensando, en los hombres dando entender; y así en mí dándome ser, animando, sensando, y haciéndome entender; asimismo haciendo templo de mí seyendo criado a la similitud y imagen de su divina majestad; otro tanto reflitiendo en mí mismo, por el modo que está dicho en el primer puncto o por otro que sintiere mejor. De la misma manera se hará sobre cada puncto que se sigue. [236] El tercero considerar cómo Dios trabaja y labora por mí en todas cosas criadas sobre la haz de la tierra, id est, habet se ad modum laborantis. Así como en los cielos, elementos, plantas, fructos, ganados, etc., dando ser, conservando, vejetando y sensando, etc. Después reflectir en mí mismo. [237] El quarto: mirar cómo todos los bienes y dones descienden de arriba, así como la mi medida potencia de la summa y infinita de arriba, y así justicia, bondad, piedad, misericordia, etc., así como del sol descienden los rayos, de la fuente las aguas” (EE 235-237). (más…)

Amor: unión creativa
J. I. González Faus. Dicen los teólogos que Dios se revela a través de Su Palabra (el testimonio bíblico sobre Jesús) y de Su creación. Sobre la creación, lo único que pretende enseñar la Biblia es que todo es obra de Dios (y de ningún otro principio divino o diabólico); y que Dios crea “diciendo” (sin ninguna materia previa). Y más tarde, que Dios crea para acabar comunicándose a Sí mismo. El resto lo dice la creación por sí misma.
Pues bien: la ciencia ha ido descubriendo que la creación se lleva a cabo mediante un proceso de unión-creativa. Tras la primera dispersión inicial (big-bang), aparece una fuerza de atracción, lenta pero potente, que va produciendo uniones y unidades cada vez más serias: partículas que se convierten en átomos, en moléculas, en células, en organismos vivos…, hasta llegar a la atracción corporal y la atracción humana.
La unión ha ido generando así un proceso de crecimiento. Al constatar esto, Teilhard de Chardin intuyó que ese proceso había de estar provocado por una meta final, que él llama Omega, y que es a la vez “aglutinante y atrayente”. (más…)

Del cambio climático al cambio de vida
Victor Codina. La nueva e impactante carta encíclica del Papa Francisco, “Laudato si’, mi´Signore”, “Alabado seas, mi Señor” sobre el cuidado de la casa común, ha despertado mucho interés y también duras críticas.
Francisco denuncia con fuerza profética el cambio climático, el deterioro ambiental y de la calidad de vida humana, la contaminación del agua, del aire y de los océanos, la deforestación, la pérdida de la biodiversidad… en gran parte debido al uso de combustibles fósiles y de agrotóxicos. Y los más graves efectos de todas estas agresiones ambientales los sufren la gente más pobre de planeta.
Esta situación no es casual sino consecuencia del mito moderno del progreso sin límites que causa graves estragos en la naturaleza. El paradigma tecnocrático solo busca beneficios económicos para una minoría, mientras excluye y descarta a la gran mayoría de la humanidad. La respuesta de los políticos en las diversas cumbres climáticas a esta situación ecológica es muy tímida y limitada. (más…)

Una encíclica para una conversión del corazón
Grupo de Sostenibilidad y Ética Cristiana de CJ. Hoy, después de mucha expectativa y algunas filtraciones, se ha publicado la encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco. Un texto del Papa Francisco de nuevo valiente y vigoroso, que habla con mucha claridad, y que es una magnífica noticia para las personas preocupadas por las cuestiones medioambientales y ecológicas.
No es una sorpresa que el Papa Francisco publique su primera encíclica propia -la anterior, Lumen Fidei, de hecho estaba redactada casi toda por Benedicto XVI durante su renúncia- sobre este tema. En efecto, la primera homilía que hizo el Papa Francisco, el día de san José, hablaba claramente sobre nuestro deber de ser custodios unos de otros, y custodios de la creación. Y el mismo nombre de Francisco recoge esa sensibilidad por la comunión con la naturaleza y el resto de seres que tenía el santo de Asís… (más…)

«Los alimentos que se tiran a la basura son alimentos que se roban de la mesa del pobre»
Jesús Renau. (El pasado 5 de junio el Papa Francisco dedicó la catequesis de la audiencia general de los miércoles a la tutela del medio ambiente).
«Cuando hablamos de medio ambiente, de la creación, pienso en las primeras páginas de la Biblia, en el Libro del Génesis, donde se afirma que Dios puso al hombre y la mujer en la tierra para que la cultivaran y la cuidaran. y me pregunto, -ha dicho el Papa a los fieles reunidos este miércoles por la mañana en la plaza de San Pedro- ¿qué significa cultivar y cuidar la tierra?, ¿estamos realmente cuidando la creación?, ¿o la estamos explotando y descuidando?».
«Cultivar y cuidar la creación -explicó el Papa- es una indicación de Dios, dada no sólo al inicio de la historia, sino a cada uno de nosotros, es parte de su proyecto; significa hacer crecer el mundo con responsabilidad, transformar para que sea un jardín, un lugar habitable para todos». (más…)

Las místicas varias
Josep Cobo. [La modificación] A veces tengo la impresión de que la mística es una especie de cajón de sastre. En algunos casos, Dios es una sustancia etérea. En otros, una especie de vacío fundamental. Y, en principio, no es lo mismo una cosa que otra. Ahora bien, sea como sea, lo cierto es que en las místicas habidas y por haber, la divinidad se presenta como algo de lo que podemos participar o en lo que cabe disolverse. Y no diría que la concepción bíblica de Dios admita la posibilidad de la participación. Como suele decir Metz, la mística cristiana es una mística de los ojos abiertos y esto no me parece que esté en sintonía con la posibilidad de disolverse en el mar. Una cosa es ver el mundo desde la óptica de la nada que lo envuelve o soporta, tal y como es propio del budismo-zen, y otra, muy distinta, supone verlo desde la óptica del sufrimiento absoluto de los hombres o, por decirlo en clave teológica, (más…)

Vaticano II y las otras religiones: el mundo como lugar de encuentro
Jaume Flaquer. El Concilio Vaticano II inauguró una nueva época en las relaciones de la Iglesia Católica y las otras religiones. Por primera vez en un texto oficial se reconocía y apreciaba “todo lo bueno” que existe en las demás religiones. Por primera vez, la Iglesia hacía un esfuerzo por mirar de otro modo a aquellos que no están doctrinalmente en comunión con ella. Esta mirada ya no es anatemizante sino que está impregnada de deseos por rastrear las huellas de Dios por toda su creación. El mundo ya no es visto como un lugar amenazador y peligroso para la moral y la doctrina, ni es vivido como un exilio del que se espera salir un día para volver a la patria celeste. El mundo se descubre nuevamente como lugar de encuentro.
Aquel velo del Templo, del sancta sanctorum, que se rasgó por la irrupción de la muerte de Jesús y que separaba lo sagrado de lo profano, el lugar de encuentro del lugar de exilio, se fue retejiendo poco a poco a través de los siglos. (más…)