
El voto católico y la utopía capitalista
Bernardo Pérez Andreo. Hace unos días publicaba un magnífico artículo Juan Manuel de Prada en su columna en El Semanal titulada «Sirviendo al mismo amo». En la línea de la argumentación de Chesterton en La utopía capitalista, pretende avisar a los católicos contra los cantos de sirena del capitalismo y el liberalismo (hoy neoliberalismo) a través de la estratagema de mostrar con una mano los temas que preocupan a un votante católico conservador (aborto, familia, tradición, etc.), mientras que en realidad aplican un programa ultraliberal que destruye esos mismos valores que dice defender. Las políticas del neoliberalismo, capitalistas por tanto, son las causantes de la destrucción antropológica, no las de corte marxista. Así lo dice de Prada: «El triunfo del capitalismo, de hecho, se funda en esa «perpetua adaptación» de los hombres al divorcio, al aborto, al desprestigio de las virtudes domésticas, a la lucha de sexos, a las políticas de género. El triunfo del capitalismo no sería, en fin, ni siquiera concebible sin el sometimiento de los pueblos a sus destrozos antropológicos». (más…)

En el principio de todo
Voces. David Fernàndez. [Catalunya Cristiana] Al principio fue Paulo Freire y la pedagogía del oprimido. Después fue Leonardo Boff, con la ética de lo humano, alertando de que al hombre posmoderno le había entrado «complejo de Dios» -individualismo posesivo, egoísmo narcisista, hedonismo insolidario. Enseguida conocimos pasado y presente de la dignísima -y passoliniana- parroquia de San Carlos Borromeo en el Entrevías de Madrid y la otra historia del cristianismo de base. Entonces, nos iniciábamos como insumisos y ateos al servicio militar y éramos quizás demasiado descreídos, pero ya brotaba la memoria de los asesinatos impunes de Óscar Romero y de Ignacio Ellacuría, que nos hacían enmudecer, nos despertaban del horror y nos acercaban en otros lugares ignotos pero habitables. (más…)

¿Podemos continuar siendo de izquierdas?
Xavier Casanovas. A pesar de la gran crisis política y social que azota Europa, y de la poca aceptación popular de las políticas de austeridad, la mayoría de gobiernos europeos tienen color conservador o de derechas y los pocos gobiernos llamados de izquierdas (como el gobierno francés de François Hollande) tienen unas cotas de popularidad bajísimas. ¿A qué se debe tal descrédito de la izquierda? ¿Por qué la izquierda no está siendo capaz de capitalizar toda la indignación ciudadana de los últimos años? ¿O el problema está en que no es posible formular propuestas creíbles de izquierda hoy? [i]
La tesis de Santiago Alba Rico en su último libro ¿Podemos seguir siendo de izquierdas? es la siguiente: vivimos en la «Balsa de la Medusa», aquella patera de náufragos enloquecidos abandonados a su suerte, en la que tan sólo dos salidas son posibles: el suicidio (salida individual, egoísta y desesperada, abandonando a su suerte al resto de compañeros) o el canibalismo (el fin del otro como única posibilidad de supervivencia). Ninguna de las dos opciones tiene el bien del prójimo como objetivo de nuestras acciones. (más…)

¿Por qué Chesterton se hizo católico?
Antoni Blanch. [El Ciervo] Corren hoy voces autorizadas que anuncian el aumento en el mundo –también en España—de adultos que se bautizan en la Iglesia católica. Y, aunque ha pasado casi un siglo desde la conversión católica de C. K. Chesterton, en 1922, parece muy oportuna la publicación de este grueso volumen ¿Por qué soy católico?, no sólo porque recoge los motivos de esta importante decisión, sino también porque nos recuerda que también en aquella época habían sido numerosos los conversos de la Iglesia anglicana a la católica en Gran Bretaña; como también lo fueron en Francia y en otros países europeos. Recordemos sólo algunos nombres: Newman, Manning, Ronald Knox, Belloc, Coventry Patmore, Ward, Hollis, y los esposos Maritain, franceses, o el poeta Paul Claudel, entre otros muchos.
El buen escritor que fue Chesterton desde su juventud, nunca dejó de expresar en público sus inquietudes religiosas y sus dudas sobre la fe que había recibido de sus padres, una familia acomodada de Londres, de vieja tradición anglicana, muy culta y algo liberal. Mientras que, curiosamente, él sentía una creciente atracción por la devoción a la Virgen María, y a los santos (Francisco de Asís, Tomás de Aquino, Francisco Javier), así como por algunos sacramentos católicos, como el de la confesión. (más…)