
Dos figuras bíblicas de la vulnerabilidad
Juan Pablo Espinosa Arce. El mes de septiembre se ha dedicado, tradicionalmente, a celebrar el mes de la Biblia. Es una celebración común para las tres grandes ramas del cristianismo: el rito romano, la tradición ortodoxa y el protestantismo. En este artículo quisiera invitarles a pensar en torno a dos figuras bíblicas de la vulnerabilidad. En la época de la pandemia, pensar y comprender cómo la vulnerabilidad es un elemento connatural a cada uno de nosotros, nos puede ayudar a recuperar esa otra cara de la época.
1. Vulnerabilidad y situaciones límites
Para este primer momento, en el que buscaré definir qué entendemos por vulnerabilidad y por situaciones límite, propongo un diálogo entre la teóloga Carolina Montero y el filósofo Karl Jasper. C. Montero, en su obra Vulnerabilidad, reconocimiento y reparación (UAH 2012), indica que hablar de vulnerabilidad nos ubica en un contexto de lo cotidiano. (más…)

Mujer e Iglesia: “una ayuda adecuada” (Gn 2,18)
Clara Temporelli. “No hay ningún amor que no se convierta en ayuda”. Paul Tillich
“Una Iglesia sin mujeres es como un Colegio apostólico sin María. El papel de la mujer en la Iglesia no es solamente la maternidad […], sino que es más fuerte; es precisamente el icono de la Virgen, de María, la que ayuda a crecer a la Iglesia. Pero dense cuenta de que la Virgen es más importante que los Apóstoles”[1]. El 12 de diciembre de 2019 Francisco resaltaba en la Iglesia su calidad de mujer y madre al igual que María, de la misma manera que ha reivindicado los legítimos derechos de la mujer pues “varón y mujer tienen la misma dignidad, plantean a la Iglesia profundas preguntas que la desafían y que no se pueden eludir fácilmente”[2]. “La Iglesia reconoce el indispensable aporte de la mujer en la sociedad, con una sensibilidad, una intuición y unas capacidades peculiares que suelen ser más propias de las mujeres que de los varones”[3]. Y recalcaba el 1 de marzo de este año: “La Iglesia no puede ser Iglesia sin la mujer, es necesario promover el estilo femenino de la Iglesia”. Numerosas veces durante su pontificado se ha pronunciado acerca del papel de la mujer en la Iglesia, teniendo gran vigencia el último documento “Querida Amazonía” (ver nn.99-103). (más…)

La Biblia: criterio de discernimiento del pueblo de Dios
Juan Pablo Espinosa Arce. Septiembre es el mes de la Biblia. Se celebra en todo el mundo cristiano (católicos, ortodoxos y protestantes). Durante este mes se nos invita a volver a leer los textos bíblicos, a compartirlos en comunidad y a comprender cómo la Sagrada Escritura es un lugar de encuentro con Jesucristo (Cf. Aparecida 249). De hecho, el Concilio Vaticano II en la Constitución Dogmática Dei Verbum (sobre la Divina Revelación), recuerda que la Biblia debe estar al centro de la vida de la Iglesia (Cf. Dei Verbum Capítulo VI). Y más adelante añade que la Escritura es “el alma de la teología” (DV 24).
Al tener la Biblia un lugar central en la vida del Pueblo de Dios, la teología ha comprendido que ella es la “norma no normada” o “norma de fe”. En sencillo, la Sagrada Escritura es la regla de la vida cristiana, y por ella constituye el criterio de discernimiento de las acciones del Pueblo de Dios. (más…)

Leyendo nuestra historia desde la historia de Dios
Juan Pablo Espinosa Arce. El mes de septiembre está consagrado por católicos, protestantes y ortodoxos a la celebración, lectura y estudio de la Biblia. El texto bíblico es central para el cristianismo ya que en él encontramos el testimonio de la acción de Dios en la historia desde la creación del mundo, la elección del pueblo de Israel, el rol clave de los profetas, y también de la infidelidad del pueblo contrastada con la misericordia sobreabundante de Dios. Y también encontramos en el texto cómo al final de los tiempos, Dios nos habló por medio de su Hijo Jesús (Cf. Heb 1,1-2), quien se hizo hombre naciendo de mujer (Cf. Gal 4,4) y conviviendo entre nosotros (Cf. Jn 1,14). No hay fe cristiana sin el texto bíblico. A partir de ello, es que quisiera en este artículo reflexionar en torno a la necesidad de leer nuestra historia desde la historia de Dios. Para ello volveré sobre la centralidad del texto bíblico y cómo él nos ayuda a comprender cómo nuestra historia puede ser leída y comprendida desde la historia de Dios. (más…)

Carta a Binyamin Netanyahu
J. I. González Faus. Señor Presidente: me permito robarle nada más cinco minutos, para hablarle de los “asentamientos”. Aunque personalmente disiento de su modo de proceder en este punto, no voy a entrar en razones éticas o políticas: hay otras instancias y otros momentos para esos debates, aunque no funcionen demasiado bien… Me limitaré más sencillamente al aspecto bíblico, dado que muchos colonos arguyen: “esta tierra es nuestra, porque Dios nos la dio a nosotros”.
Prescindamos ahora de la falta de nobleza de cuantos arguyen así sin ser creyentes. Atendiendo sólo a aquellos que todavía creen y siguen rezando el “Shemâ Israel”, debo decir que esa argumentación bíblica no se sostiene. (más…)

Maggie, la douce
Josep Cobo. [La modificación] Al final de sus días, Thomas Merton, el famoso monje trapense de profunda espiritualidad, mantuvo una intensa relación sentimental con su enfermera, Maggie, relación que se interrumpió solo cuando esta llegó a oídos del abad. Como podemos suponer, la relación escandalizó a la mayoría de los que tenían a Merton por una especie de santo en vida. Pero quizá ahí esté el error. Pues ¿quién dijo que podríamos estar a la altura de nuestras grandes confesiones? ¿Quién dijo que podríamos ser de una pieza? De hecho, la verdad de un hombre no se encuentra del lado de su aparente integridad, sino del lado de su constitutiva insinceridad. Somos, sencillamente, quienes no estamos a la altura de los dones recibidos, quienes, en definitiva, no acabamos de encajar con nuestra mejor versión. Los que estén familiarizados con la Biblia no deberían extrañarse de lo que acabamos de decir, pues, desde una cierta sensibilidad bíblica, la que encontramos, pongamos por caso, en algunos salmos y, sobre todo, en Pablo, no hay nadie que sea justo, nadie que sea, por sí mismo, capaz de Dios. (más…)

Dudo, luego creo
Jaime Tatay. [SJTatay] “Pienso, luego existo”, decía Descartes en una de las frases más repetidas y comentadas de la historia de la filosofía. El matemático francés, que marca el inicio del periodo que denominamos modernidad, es recordado también por hacer de la duda un elemento clave de su propuesta intelectual. La duda se transformó para él en un método, en una herramienta capaz de cuestionar prejuicios heredados y en un modo de purificar falsos hábitos mentales.
La duda metódica cartesiana proponía cuestionar la tradición recibida para ponerla a prueba y permitir, así, progresar continuamente en la búsqueda de la verdad. Dudar, desde entonces, posee una connotación positiva y juega un papel clave en la investigación científica.
En el ámbito de la fe, sin embargo, la duda no goza de tal prestigio. Al contrario, dudar es sinónimo de una fe débil, insegura y vulnerable. Al creyente le gustaría tener una fe sin fisuras, una fe inquebrantable y firme. (más…)

Gracias Vaticano II
Pau Vidal. Sí. Cincuenta años atrás habría sido impensable ser testimonio de lo que viví el pasado domingo. La Iglesia hoy es más cercana a los pobres y excluidos gracias al Concilio Vaticano II.
Son las 4 de la tarde en el campo de refugiados de Kakuma (Kenya). Nos reunimos en la zona exterior de la casa (mejor hablar de choza) de una de las familias que forman parte de la comunidad cristiana. Somos un grupo de nueve mujeres, dos hombres, tres jóvenes y una docena de chiquillos. De Rwanda, Burundi, Uganda y Cataluña. Alguna gallina, hormigas y también las ratas nos hacen compañía. A esta hora, el sol empieza a darnos un poco de tregua. Por la mañana nos hemos reunido durante la eucaristía para celebrar el domingo, pero ahora el compartir se hace más intenso. (más…)