Eduardo Rojo Torrecilla. He terminado de leer hace pocos días “El colgajo” (Le lambeau, en el original francés) del periodista Phillippe Lançon (Editorial Anagrama). Hasta aquí, nada que justifique una entrada en el blog de CJ, dado que además siempre se dedica el 23 de abril, día del libro, a recoger la selección de obras que las y los miembros del centro recomendamos para su lectura, ya sea de ámbito social, económico, religioso, político, etc. (más…)
Sonia Herrera. [El Periódico] Hace unos días fui con mi pareja a ver la exposición “La ferida d’Hipercor. Barcelona 1987”, comisariada por Francesc Valls. Estábamos solos en el Espai Zero de la Fabra i Coats. Fuera, una fila cuasi infinita de gente esperaba para entrar en la Fábrica de los Reyes Magos. ¡Qué contraste! Afuera: risas, ilusión, pura vida… Dentro: el recuerdo del atentado más mortífero de la historia de ETA y la negligencia de las instituciones prolongada durante tres décadas.
Yo solo tenía 3 años cuando sucedió el atentado, pero esta herida siempre ha estado presente en el barrio. Mi madre perdió en Hipercor a una compañera de trabajo, Matilde Martínez Domínguez. Aquel día habían estado juntas y, al salir de la empresa de artes gráficas en la que trabajan, Matilde dijo que se iba a comprar un chándal. Era la capitana del F.F. Cataluña y una gran promotora del fútbol femenino en nuestro país. (más…)
Sonia Herrera. Andrea, una de mis mejores amigas, vive en China desde hace dos años. Es de Bilbao, pero vivió durante mucho tiempo en Barcelona y siempre se ha sentido una barcelonesa más. La última vez que nos vimos en persona hace unos meses quedamos en la fuente de Canaletes, en las Ramblas. La noticia del atentado le llegó un día tarde mientras estaba de vacaciones en una isla de Indonesia. Al enterarse, me llamó para comprobar que estábamos bien, pero la conexión telefónica no era demasiado estable y no alcanzamos a hablar demasiado.
Al volver a Shanghai me mandó algunos mensajes de audio por Whatsapp (es nuestra forma habitual de comunicación ya que desde China realizar una videoconferencia resulta toda una aventura). Hablamos de lo sucedido en Barcelona, de la reacción de la ciudadanía, de la desigual cobertura mediática, de la infoxicación que recibía estando lejos y de la dificultad de contrastar desde allí todo lo que le llegaba… (más…)
J. I. González Faus. “Necesito abrazar a un musulmán”. Esas palabras del padre del pequeño Xavi (muerto en el atentado del día 17), junto a la foto del abrazo con el musulmán que llora, rebosan tesoros de humanidad que necesitamos saborear.
El bien siempre tiene más peso y más entidad que el mal: una pepita de oro vale más que un montón de basura. Un gramo de bondad pesará siempre más que un kilo de maldad: pues la bondad es inmortal y la maldad es perecedera por autodestructiva. Y en aquel abrazo, o en la necesidad de darlo, había más de un gramo de bondad. (más…)
J. I. González Faus. Me permito plagiar un conocido título de Leonardo Boff: “Pasión de Cristo, pasión del mundo”. Al día siguiente del atentado barcelonés, de mañanita, me llega un whatsapp desde México con una foto titulada: “Todos somos Barcelona”. Reconozco que me emocioné, aunque no soy de Barcelona. Más tarde me surgió la pregunta: ¿qué hacer para que esa bella frase no resulte estéril, meramente retórica como aquel famoso: “Ich bin ein Berliner” de J. Kennedy? ¿Qué hacer para poder decir con verdad: todos somos Barcelona, todos somos Manchester, todos somos Lesbos, todos somos inmigrantes, todos viajamos en pateras, todos somos precarios y vivimos con un sueldo inferior incluso al vergonzoso salario mínimo de España; todos somos mujeres maltratadas por aquellos que decían amarlas?… Todos.
Entonces me pareció que no vale esa respuesta bravucona de “no tenemos miedo”. Quiero tener miedo: no ya por mí, pero sí por mis seres queridos: por los hermanos, por los hijos, por los amigos. (más…)
Jaume Flaquer. Desgraciadamente sabíamos que un atentado en Barcelona podía suceder. Su gran atracción turística lo hacía un plato demasiado deseado. Las Ramblas, además, son un paseo que hace tiempo que los barceloneses hemos abandonado.
Ante todo debemos subrayar que ni la religión (que dicen profesar) ni la nacionalidad de los terroristas debe contribuir a estigmatizarlas. La Comunidad Islámica de España, como hace siempre que hay un atentado en nombre del islam, se ha apresurado a condenarlo. Miles de musulmanes que viven entre nosotros viven estos acontecimientos con el mismo sentimiento de horror que los que no lo somos. O más si cabe, puesto que el uso del nombre de la propia religión para algo tan terrible ha de crear un profundo sentimiento de desolación. El Rey de Jordania en 2004 inició un proceso de condena pública del mundo islámico contra la barbarie. El gran dirigente islámico de Egipto ha querido también liderar este proceso en diversos congresos y declaraciones. Marruecos le ha seguido la saga, aunque no llegue a oídos occidentales. (más…)
Xavi Casanovas / Santi Torres. Nos levantamos con la noticia de un nuevo atentado, esta vez en Berlín. A la espera de confirmar la autoría, quedamos una vez más atónitos y golpeados por las imágenes y las cifras de la barbarie. Nuestra solidaridad con las víctimas berlinesas, y con todas las víctimas de lo que se va dibujando poco a poco como una guerra de alcance más global de lo que hubiéramos podido imaginar. A Europa se le impone una realidad nueva y desconocida, atemorizada y recelosa por la llegada forzosa de miles y miles de hermanos que huyen precisamente de aquella violencia que tanto nos horroriza y que ahora nos golpea de cerca.
Dos reflexiones nos vienen a la cabeza ante hechos trágicos y violentos como este:
1. La primera reflexión nos remite a la extrema vulnerabilidad de nuestras vidas. Quizás en algún momento hemos llegado a pensar que éramos seres indestructibles, que la seguridad era intrínseca a la vida en Europa. La fragilidad de nuestras vidas se pone en evidencia en cada nuevo atentado, en cada agresión en nuestra casa. Y no deja de descolocarnos, de recordarnos que la vida es algo realmente frágil a cuidar. (más…)
J. I. González Faus. Escribo estas reflexiones sobre todo para mí mismo: por necesidad de serenarme ante la barbarie del atentado del viernes en París. Temo que muchos no las acepten. Pediría que intenten reflexionarlas antes de condenarlas.
1.- Hay al menos una cosa en la que todos estaremos de acuerdo: los autores de semejante salvajada son unos verdaderos monstruos. Agrava esta constatación el que no se trata de seis o siete monstruos excepcionales sino de decenas o centenas de miles; y sin duda más monstruosos los organizadores que los pobres ejecutores.
2.- Pero no es eso todo lo que cabe decir: porque todos los seres humanos somos capaces de lo peor y de lo mejor: podemos llegar a ser santos pero también podemos llegar a ser monstruos. Y entonces, queda la pregunta: ¿cómo estos muchachos han podido llegar a semejantes niveles de inhumanidad? Al intentar comprenderlo me encuentro con los siguientes datos:
3.- El profeta Isaías dejó escrito que “la paz es fruto de la justicia”. (más…)