Martin Föhn
«No estamos suficientemente conectados con nosotros mismos, con la naturaleza, con nuestro entorno y con Dios»

Esta entrevista se realizó en el marco del Simposio internacional 2024 sobre Ejercicios Espirituales y Conversión Ecológica, que tuvo lugar en la Cova de San Ignacio de Manresa del 11 al 15 de junio. Más información: https://online.covamanresa.cat/es

¿Cuál crees que es el principal problema de la crisis socioecológica?

Creo que el principal problema de nuestra crisis actual es que no estamos lo suficientemente conectados. No estamos suficientemente conectados con nosotros mismos, con la naturaleza, con nuestro entorno y con Dios. Realmente creo que la falta de conexión es nuestro principal problema. Estamos acostumbrados a movernos muy rápido en el mundo actual. Sentimos la necesidad de verlo todo y estar en todas partes, lo que nos lleva a movernos rápidamente y superficialmente. Esto está bien y es bueno porque nos permite conocer el mundo y a nosotros mismos. Pero para conectarnos realmente, a veces necesitamos detenernos y profundizar. Por ejemplo, es bueno que un biólogo conozca muchas plantas y viaje por el mundo para verlas. Sin embargo, en algún momento, es bueno que se detenga y estudie una planta muy a fondo. Al estudiar esta planta, verá todas las demás plantas con una mirada renovada. Esta comprensión profunda es imposible si siempre está corriendo por el mundo viendo nuevas plantas. Creo que esto se aplica a todo. Podemos conocer a muchas personas, pero si no conocemos bien a ninguna persona, no podemos entender realmente a las demás. La conexión significa crecer en dos direcciones, como una planta: hacia la tierra y hacia el sol. Crecer hacia la tierra significa explorar los lados oscuros de nosotros mismos, entender nuestros defectos y pecados. Crecer hacia el sol significa reconocer y nutrir lo bueno que hay en nosotros. Creo que necesitamos crecer en ambas direcciones. Si lo hacemos, nuestros problemas pueden parecer más pequeños o quizás más grandes, pero veremos que somos parte del problema y de la solución.

Eres un joven sacerdote jesuita. ¿Qué dirías a los jóvenes que están confundidos sobre su futuro?

Diría que podemos confiar en el futuro. Hablo como persona profundamente arraigada en la fe. Creo en Dios. Creo que Dios sostiene la creación y continuará haciéndolo. No depende solo de nosotros resolver estos problemas; Dios los resolverá. Ya están resueltos, en cierto modo, porque la creación continuará, incluso si la humanidad no sobrevive. La vida y el amor continuarán, aunque los seres humanos dejen de existir. Sin embargo, creo que los humanos continuarán existiendo. Cuando confiamos en Dios y lo buscamos, cuando buscamos el amor y la vida y lo abrazamos, enfrentamos una tensión. Por un lado, tenemos poder y responsabilidad. Por otro lado, no somos nada y debemos confiar en Dios. De esta manera, podemos estar muy relajados. Sin embargo, también necesitamos trabajar y enfrentar la tensión. Cuando me siento lleno de tensión, necesito relajarme. Cuando estoy demasiado relajado, es bueno reintroducir algo de tensión. Necesitamos mantenernos flexibles, equilibrando la tensión y la relajación. No debemos quedarnos estancados en ninguno de los dos extremos: sentirnos totalmente responsables y abrumados, o completamente relajados e inactivos. Necesitamos ambos lados para navegar nuestras vidas de manera efectiva.

[Imagen de eko pramono en Pixabay]