Cristianisme i Justícia / Justícia i Pau / Mans UnidesEn la próxima sesión del ciclo de conferencias “Los lunes de los Derechos Humanos” que tendrá lugar el próximo 8 de febrero a las 19h en el salón de actos de Cristianisme i  Justícia, Pep Mària, sj, doctor en economía y profesor del Instituto de innovación social de ESADE y experto en empresas mineras y desarrollo en el África subsahariana; Santiago Fisher, responsable de proyectos de la Comisión Justicia y Paz de Bélgica francófona; y Carme Altayó, consultora experta en evaluación de proyectos de cooperación y en la R.D. del Congo, hablarán sobre los llamados «minerales de sangre» y la industria de la telefonía móvil. Sobre ello, hemos tenido la oportunidad de charlar con Carme Altayó que nos ha concedido esta breve entrevista que nos servirá para irnos haciendo una pequeña idea de lo que se hablará el próximo lunes.

– ¿De qué hablamos cuando decimos «minerales de sangre»?

Estamos hablando de todos aquellos minerales que provienen de países donde en su proceso de extracción y comercialización hay violaciones de derechos humanos. De manera más específica se denomina así o como «minerales de conflicto» los llamados 3T: la casiterita, el coltán, y la wolframita, y el oro, de los que se extraen respectivamente el tungsteno, tántalo y estaño (Tin en inglés), que se utilizan en la fabricación de teléfonos móviles, tabletas, ordenadores, y otros aparatos asociados a las tecnologías.

– ¿En qué países nos encontramos con esta realidad?

Hay diferentes países mayoritariamente en el continente africano donde históricamente y de manera sistemática se ha hecho una explotación irracional, abusiva e injusta de los recursos naturales. Uno de los países más afectado por esta expoliación ha sido y es la República Democrática del Congo, que desde la época de la colonización belga en que el rey Leopoldo II que tenía el Congo como propiedad privada hasta nuestros días con el monopolio por parte de determinadas empresas y países se siguen explotando las reservas de uno de los países con el subsuelo más rico y con una importante reserva de masa boscosa y agua.

– Normalmente vinculamos los «minerales de sangre» con la industria de la telefonía móvil. ¿Se puede relacionar también con otras industrias y productos ?

Con todo lo que son las nuevas tecnologías, concretamente el coltán es una aleación de dos metales: la columbita  -óxido de niobio con hierro y manganeso (Fe, Mn), Nb2O6- y la tantalita -óxido de tántalo con hierro y manganeso (Fe, Mn ), Ta2O6-, y es fundamental para la fabricación y desarrollo de nuevas tecnologías, debido a sus propiedades: superconductividad, carácter ultrareflectante (minerales capaces de soportar temperaturas muy elevadas), tiene la propiedad de almacenar carga eléctrica temporal y liberarse cuando se necesita, alta resistencia a la corrosión y a la alteración en general.

Por ello lo encontramos en los microprocesadores, las baterías, los microcircuitos y los condensadores de teléfonos móviles, videoconsolas, ordenadores, pantallas de plasma, cámaras digitales o equipos de alta tecnología, misiles balísticos, los airbags y en armas «inteligentes» , también en medicina (implantes), industria aeroespacial, levitación magnética, etcétera. Su ‘boom’ llegó con la telefonía móvil alutilizarse en la fabricación de condensadores de tantalio, que por sus características pueden ser mucho más pequeños.

– ¿Somos conscientes de que, al consumir productos elaborados con minerales provenientes de zonas en conflicto, estamos alimentando la violencia en detrimento de los derechos humanos?

Posiblemente no somos todo lo conscientes que podemos ser. Creo muchas veces que no es por falta de información, sino por acceso a la misma. Nos hacemos selectivos con la información y sabemos sólo lo que queremos saber. Desde el año 2002, y coincidiendo con un periodo de máxima explotación de estos minerales, empezaron a surgir informes de expertos de Naciones Unidas (NNUU) y de varias ONG, donde se denunciaba la vinculación entre la extracción y la compra-venta de minerales, y la financiación de los grupos armados que operan en la zona este de la RDC. Han pasado 13 años, y aunque ha habido avances importantes, el consumidor/a de estos productos aún desconoce la situación. Más de 5 millones de muertos, miles de mujeres y niñas violadas y miles de niños soldados, masacres y vulneración sistemática de derechos humanos con total impunidad; y seguimos sin ponerle fin.

– ¿Qué actuaciones son necesarias para exigir a las empresas proveerse de forma responsable y que la producción y comercialización de productos tecnológicos no alimente conflictos armados? ¿Qué podemos hacer como consumidores?

Como decía, se han hecho avances importantes con la entrada en vigor a finales de 2011 de la Ley americana llamada Dodd-Franklin. La sección 1502 se ocupa específicamente del uso de minerales conflictivos, y obliga a todas las empresas estadounidenses que cotizan en bolsa a que utilicen cualquiera de estos cuatro minerales (estaño, tantalio, tungsteno y oro) a localizar su origen; y si estos minerales provienen de la región de la RDC o de los países de alrededor, hay que comprobar si contribuyen al conflicto armado de la región. Esta ley ha supuesto la implementación de diferentes iniciativas para regular la actividad minera en la zona de los grandes lagos y que han supuesto la implementación de diferentes mecanismos de certificación de las minas y de trazabilidad de los minerales, y llevado también a que el Parlamento Europeo haya llevado a debate en marzo de 2015 una propuesta de regulación de aplicación para las empresas europeas. Desgraciadamente los resultados están lejos de ser los esperados. Las empresas no están dispuestas a entrar en su aplicación, en la zona en conflicto no se están aplicando las medidas ni los recursos necesarios para una correcta aplicación de las iniciativas de regulación y los gobiernos de los estados no se atreven a pronunciarse en favor de una normativa obligatoria y sancionadora. Sólo la presión por parte de los consumidores/as hacia las empresas y los gobiernos exigiendo productos más éticos hará que haya realmente mejoras. Todos los cambios sociales, los grandes hitos se han logrado cuando la sociedad organizada, de acuerdo y en bloque, se ha pronunciado y ha actuado.

– Justamente el reportaje sobre los impactos de la minería en la República Democrática del Congo que la periodista Gemma Parellada ha realizado con Justícia i Pau ha sido seleccionado como finalista de las becas DevReporter. ¿Crees que se habla suficiente de este tema en los medios de comunicación?

No, no se habla suficiente. Como te decía antes, ¿qué otro conflicto en el mundo registra estos datos? Más de 5 millones de muertos, más 500.000 mujeres violadas registradas, 300.000 niños soldados… La RDC es la zona del mundo donde NNUU tiene desplegados más efectivos (más de 16.000), ineficientes ante los ataques de diferentes grupos armados contra la población civil. Hace un par de semanas hubo una matanza en la zona de Lubero, concretamente en Mirik, de más de 18 personas entre adultos y niños a manos de los ruandeses del FDLR (Frente Démocratique pour la Liberation du Rwanda), hutus (los llamados interahamwe), que desestabilizan la zona desde el 94 y, en Beni, 6 personas fueron degolladas hace una semana presuntamente por los ugandeses de las ADF (Allied Démocratique Fuerzas). Los informes de GADHOP una organización de defensores de derechos humanos con la que trabajamos de manera directa, nos ha informado trimestralmente durante el 2015, y sólo en la zona de Beni-Lubero ha habido una media de 150 casos de violaciones de derechos humanos: violaciones, asesinatos masacres… No, no se habla lo suficiente.

Cada año, en febrero cuando se acerca el Congreso Mundial de telefonía móvil (MWC) tenemos la oportunidad de poner el tema sobre la mesa en algún medio de comunicación alternativo, pero siempre hay mucho más interés por las últimas novedad tecnológicas que por la defensa de los derechos fundamentales de seres humanos que viven en otra parte del mundo y de la miseria de la que nos aprovechamos.

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Imagen extraída de: Valors

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1 COMENTARIO

  1. hola señora CARME. Busco empleo dama española llamada CAR ME ALTAYO. Trabajó en África, precisamente en la República Democrática del Congo. Después se fue a España y perdimos el contacto con ella.

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