Travel

Travel (63 min) es una instalación cinematográfica etnoficcional en dos pantallas que presenta la historia de vida de Joy, una mujer migrante nigeriana que vende sexo en el Bois de Vincennes en París. Joy dejó Nigeria para ayudar a su familia después de la muerte de su padre. Sabía que iba a vender sexo antes de irse, pero desconocía el trabajo duro y la condición de vida que habría tenido que afrontar en Francia. Travel explora las experiencias de autorrealización y explotación de Joy en la industria del sexo al representar la forma en que reinterpreta gradualmente su experiencia de migración y libertad, caracterizadas también por la explotación y la trata. Viajes fue coescrito por Nicola Mai y un grupo de 8 trabajadoras sexuales migrantes nigerianas asistidas por la asociación Bus des Femmes en París. Su personaje principal Joy es la encarnación de sus experiencias colectivas y trayectorias de migración, autorrealización y explotación. Los papeles en las películas son interpretados por algunas actrices no profesionales, incluidas algunas de las coautoras originales, con el fin de protegerlas de la estigmatización asociada al trabajo sexual y también para cuestionar qué constituye la autenticidad a la hora de comprender y representar los procesos humanitarios en el ámbito científico. y términos fílmicos. Travel (2016) y su instalación cinematográfica hermana Samira (2013) forman parte del proyecto de arte y ciencia Emborders que cuestiona la eficacia y el alcance de las iniciativas humanitarias dirigidas a las trabajadoras sexuales migrantes y las minorías sexuales solicitantes de asilo. Para que se reconozcan sus derechos y evitar la deportación, las mujeres, los hombres y las personas transgénero migrantes deben volver a presentar sus biografías y experiencias de acuerdo con los cánones estereotipados de victimización y sufrimiento, que a menudo actúan como fronteras humanitarias que excluyen a los migrantes vulnerables de la protección y el asilo. Las historias de los protagonistas de Samira (Karim) y Travel (Joy) se presentan yuxtaponiendo las múltiples versiones y narraciones del yo que emergen en diferentes situaciones, relaciones y escenarios: la observación etnográfica en la calle, la visita médica, la entrevista con el adjudicatario del caso OFPRA (Oficina francesa para la protección de los refugiados y apátridas), de compras en el centro de la ciudad, sentado en un café junto al mercado callejero. Mediante el uso de dos pantallas, las dos etnoficciones representan las relaciones de poder, los conflictos y las contradicciones que caracterizan el encuentro entre la necesidad de migrar, la tensión entre la autorrealización y la explotación que caracteriza al trabajo sexual y los criterios y procesos humanitarios. Cada situación resalta aspectos contradictorios o coherentes de la subjetividad y la historia de Karim y Joy. Sin embargo, el objetivo del proyecto Emborders no es demostrar su falta de autenticidad o que mienten. Por el contrario, las dos instalaciones fílmicas pretenden mostrar que cada versión del yo que presentan los dos protagonistas es auténtica, demostrando que toda subjetividad es incoherente y que el privilegio real es no tener que ser evaluado, reconocido o creído en orden. para obtener protección humanitaria. (vimeo)

Director: Nicola Mai

Fecha: 2016

Más información

Travel es un documental a doble pantalla dirigido por Nicola Mai y co-escrito colectivamente junto a 8 mujeres nigerianas con experiencia de trata y trabajo sexual que recrea la historia de Joy, una mujer que abandona Nigeria tras la muerte de su padre y vende sexo en Bois de Vincennes, en París. El documental explora una historia de tráfico humano y explotación en la industria del sexo, pero también de libertad y búsqueda de autorrealización personal. Quizás el aspecto más llamativo del documental es la decisión de Joy, tras haber obtenido asilo en Francia como víctima de tráfico humano, de seguir ejerciendo prostitución para poder seguir ayudando a su familia.

El formato que utiliza Nicola Mai, como en otras ocasiones, es una etnoficción, un tipo de documental que recrea la información previamente obtenida en la observación y entrevistas etnográficas con actores no profesionales para garantizar el anonimato y de paso evitar el estigma asociado a las trabajadoras del sexo.

En este aspecto Joy encarna un prototipo formado a partir de historias reales. Algunas de las mujeres que participaron en la elaboración del guion, participan también en el documental como actrices.

Travel nos presenta la prostitución como un fenómeno complejo donde podemos ver a Joy tanto como una mujer vulnerable, traficada y prostituida para saldar su deuda, como también a una Joy que decide libremente trabajar en prostitución. El mismo diálogo del principio del documental, que se puede ver en el tráiler me parece interesante. Joy dice que las chicas no están de acuerdo con la nueva ley que entró en Francia (ley abolicionista que combate prostitución y penaliza a los clientes en Francia): «Estamos perdiendo clientes». También afirman que «no es su decisión trabajar en prostitución» pero que «nadie le fuerza»… bueno, es «la situación».

Una primera tarea sería diferenciar tráfico humano de prostitución. La definición de tráfico humano viene recogida en el protocolo de Palermo e implica la captación, traslado mediante fuerza o engaño y explotación de la persona. Una forma de explotación sería forzar a la persona a trabajar en prostitución (como  también lo es el trabajo forzado en granjas, construcción, industria textil o centros de belleza). Pero también puede ser una decisión libre trabajar en prostitución para conseguir un sueño. Por su relevancia recojo este testimonio de un  joven de Europa del Este: “¿Puedes ver lo que llevo puesto?, ¡es todo bueno!, Armani, mira, mira… ¿Cómo diablos crees que he encontrado el dinero para esto? ¿Eh? ¡No trabajando como albañil! Tu sabes, cuando estás viviendo en la calle un poco de todo”[1].

Mayoritariamente las y los trabajadores sexuales son un grupo vulnerable, estigmatizado y desprotegido. La estigmatización contribuye a la criminalización y a la marginalización. Algunas de las trabajadoras sexuales que he conocido estaban dadas de alta como autónomas para poder cotizar y beneficiarse de una pensión en el futuro. (Esto no solía pasar entre la mayoría de los/las trabajadores/as sexuales que ejercían de forma esporádica y/o combinándolo con otra actividad normalizada en el mercado laboral).

Las acciones criminales contra la prostitución se están extendiendo y el trabajo sexual voluntario está incrementando[2]. Amnistía Internacional reporta que en los países donde se criminaliza la prostitución las personas que se dedican al trabajo sexual o prostitución están en una posición mucho más vulnerable. Muchos de ellos solo acuden a la policía si sienten que realmente su vida está en peligro, pues se arriesgan a perderlo todo. La descriminalización les permitiría controlar su propio trabajo e incluso organizarse. No hay ninguna evidencia que afirme que la descriminalización del trabajo sexual vaya a suponer un aumento del tráfico humano, al contrario, sin el miedo de la criminalización puede ser más fácil la colaboración para identificar traficantes y victimas de tráfico[3].

Travel nos adentra en el mundo de tráfico humano, prostitución y trabajo sexual ayudándonos a desmontar ideas simples y adentrarnos en un mundo complejo desde la óptica de sus protagonistas. Un buen punto de partida para afrontar un debate complejo.

***

[1] Nicola Mai: “Surfing Liquid Modernity. Albanian and Romanian male sex workers in Europe” in Men who sell sex. Global perspectives. Routledge. 2014

[2] Men who sell sex. Global perspectives. Routledge. 2014

[3]https://www.amnesty.org/en/latest/news/2016/05/amnesty-international-publishes-policy-and-research-on-protection-of-sex-workers-rights/

Imagen extraída de: Kingston University

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Nací en Alicante, soy Trabajador Social. Trabajo con personas sin hogar, migrantes, refugiados, víctimas de tráfico humano y de trabajo esclavo (modern slavery). Actualmente trabajo para la administración local en Londres. Previamente trabajé para Cáritas entre Andalucía y Marruecos. También canto en el LGMC, el coro gay de Londres y participo en el grupo LGBTQ+ de la diócesis de Westminster.
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