
Velad, vigilad, estad atentos…
Jorge Picó. Mirad y velad los cajeros automáticos de vuestras ciudades pues el niño y sus padres buscarán posada y quizás tengan que refugiarse allí. Velad, estad atentos aunque ya conozcáis el relato, el de ayer, también el de hoy y el que será mañana. La noticia siempre nueva para la que nos preparamos en el tiempo de Adviento. Velad, nos os durmáis en la Navidad del consumo y las necesidades creadas; la Navidad empalagosa de la alegría por decreto, la que consigue invertir las prioridades de nuestros valores. Estad vigilantes y mirad donde nadie mira. Velad y así veréis cómo José busca un cajero libre entre todos los del folleto estrellado de La Caixa que son de los mejores para pernoctar (aquí es famoso el de la calle Mallorca de Barcelona). Velad y lo veréis buscar cartones, -la dificultad es que estén secos- para pasar la noche con su esposa. Vigilad y veréis a María dar los buenos días a los mossos d’esquadra cuando la despierten con el niño en brazos o la señora de la limpieza que es la primera en entrar en la oficina bancaria. Velad, velad y estad atentos porque cuando lleguen los pastores a ver al niño y se sienten a compartir la mesa tendrán menos dientes que nosotros y notaréis que su masticar es más lento, así que tened paciencia y que no os invadan las prisas de este mundo porque los tiempos de Dios son otros.