
De la pandemia no saldremos igual: saldremos peor o mejor, de nosotros depende (y III)
J. I. González Faus. Nuestro futuro está marcado por dos amenazas contrapuestas: una repetición de la pandemia que nos obligue a retroceder otra vez y que es sólidamente probable mientras no existan vacunas generalizadas y una crisis económica que pronostican como terrible y que, además, no será una de esas clásicas crisis del capitalismo que brotan por descenso de la oferta o de la demanda, sino una crisis nueva que nace de una parálisis de la producción. En cualquier caso habría que procurar que no se resuelva como la pasada crisis del 2008, con esa fórmula criminal de austeridad para los más pobres y beneficios para los más ricos. En España, la crisis del 2008 ha supuesto que los ciudadanos más ricos pasen de controlar el 44% de la riqueza, a controlar el 53%, mientras que el salario real de la décima parte más pobre de la población, cayó un 30% (y no son datos de ningún Pablo Iglesias sino del Banco de España). Además de la cantidad de personal sanitario que tuvo que emigrar y tanta falta nos han hecho luego.
Ante este panorama, la reflexión del artículo anterior, nos impone un principio que concretaría aquel “sapere audeamus” (atrevámonos a pensar todos juntos) con el que corregíamos a Kant y que puede concretarse en un principio acuñado en los comienzos de la globalización: pensar globalmente y actuar localmente. (more…)

¿Crisis económica o crisis civilizatoria?
Daniel Jover. [Iglesia Viva] Es un deber ético denunciar este sistema socio-económico y cultural que se desmorona, incapaz de sostener la dignidad y la vida en la Tierra. Pero no basta con criticar: tenemos también la responsabilidad de anunciar alternativas liberadoras comprometiéndonos en su realización. Somos constructores de Esperanza porque la crisis está dejando una sociedad rota y fragmentada. Con niveles de exclusión social, de paro y desigualdades que están erosionando la cohesión social. Y sin embargo la paradoja de la situación en que vivimos es que parece que hemos perdido nuestras herramientas de análisis y comprensión. La coherencia y pertinencia entre la lectura de la crisis civilizatoria y el discurso interpretativo es necesaria para construir las respuestas adecuadas.
No se puede optar por una civilización diferente sin memoria histórica ni esperanza en un futuro mejor y en el potencial de la condición humana para construir sociedades justas y fraternas. En este artículo se apuesta por la alegría de la cooperación y la solidaridad, por la lucidez de la indignación y el espíritu anti fatalista. (more…)