Despuntan por excepción en el caótico mundo de la información económica en nuestro país dos entidades que ejercen sus funciones con autonomía e independencia respecto de las Administraciones Públicas y que actúan de forma objetiva, transparente e imparcial. Se tratan de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) y del Banco de España, respectivamente. Leer sus dictámenes o escuchar sus recomendaciones constituyen un obligado ejercicio de equilibrio intelectual.
Hoy comentaremos la Encuesta Financiera de las Familias (EFF) del Banco de España. Incluida en el Plan Estadístico Nacional, se viene realizando desde el año 2002, con carácter trianual, con el fin de obtener información directa sobre las condiciones financieras de las familias españolas. Esta información permite el análisis de las decisiones de inversión y financiación de las familias españolas y de su situación patrimonial, de gran interés, en tanto que instrumento de aproximación al consumo y a la desigualdad y sus extremos, la riqueza y la pobreza. Desgraciadamente, la referencia temporal de la información recogida en este último Informe es de finales de 2020 y se cierra con el año que tuvo como protagonista central a la pandemia COVID19. No son datos totalmente actualizados, pero citaremos los principales hallazgos que se hallan en los mismos, bajo los epígrafes siguientes: renta, riqueza, endeudamiento y gasto.
Renta
La renta es bruta, antes de impuestos y cotizaciones, y se calcula como la suma de todas las rentas laborales y no laborales de los miembros del hogar. En 2020, la renta mediana fue de 29.400 euros, esto es, el 50% de los hogares tienen una renta por encima de 29.400 euros, y el otro 50%, por debajo, siendo muy inferior a la renta media de 38.900 euros. La principal información subyacente es que la educación -aspecto crítico que debe enfatizarse una y otra vez- es un determinante fundamental del nivel de renta. Así a una educación del cabeza de familia inferior a bachillerato corresponde una renta mediana de 21.900 euros mientras que a una educación del cabeza de familia equivalente a estudios universitarios le corresponde una renta mediana de 46.700 euros. En cualquier caso, la renta evoluciona según el perfil del ciclo vital, una U invertida entre edad y renta.
Riqueza
Como en el caso de la renta su distribución por grupos de edad es coherente con el perfil del ciclo vital. En 2020, la riqueza neta media se situó en 269.900 euros y la riqueza neta mediana en 122.000 euros, entendiendo por riqueza neta a los activos reales más los activos financieros menos las deudas. En 2020, los activos reales representaban el 79,2% del valor de todos los activos de los hogares. Esta proporción disminuye al aumentar la renta: alcanza el 87,8% en el quintil inferior de la distribución de la renta y se reduce hasta el 72,8% en el decil superior. Entre 2017 y 2020 se redujo el porcentaje de hogares propietarios de su vivienda principal, desde el 76% al 74%. Esta caída fue especialmente acusada para los hogares con un cabeza de familia menor de 35 años (-5,2 puntos). Entre 2011 y 2020, la tasa de propiedad entre los hogares más jóvenes ha caído 33 puntos (de 69,3% a 36,1%). A finales de 2020, el 32,6% de los hogares poseía una vivienda distinta de la principal frente a un 31,9% en 2017. A finales de 2020 el 45,4% de las familias poseía algún activo financiero distinto de las cuentas bancarias. El peso de los activos financieros en los activos totales del hogar aumenta con la riqueza, pero los españoles ahorramos e invertimos mayoritariamente a través del mercado inmobiliario.
Endeudamiento
En 2020, la deuda suponía un 11,4% del valor de los activos para el conjunto de los hogares españoles, pero un 45% para aquellos por debajo de la mediana de la riqueza. La mayor parte de esta deuda está ligada a la compra de la vivienda principal. El peso de otras deudas vinculadas, fundamentalmente, al crédito al consumo es mayor en la parte baja de la distribución de la renta. Entre 2017 y 2020, el porcentaje de hogares endeudados aumentó hasta el 57,1%, la tasa más alta desde 2002, si bien el volumen mediano de deuda se redujo un 6,1%. El aumento en el porcentaje de hogares endeudados fue mayor para aquellos en la quintilla inferior de renta, con un cabeza de familia en paro o inactivo, y con ningún miembro trabajando. Desde 2017 la ratio del volumen de deuda sobre renta ha disminuido de forma acusada. Entre los endeudados con menor nivel de riqueza neta, crece el volumen del crédito personal. Entre los endeudados con riqueza elevada, crece el saldo de deuda para la compra de ‘otras propiedades inmobiliarias’. Por otra parte, ha aumentado alrededor de 1 punto el porcentaje de familias que destinan más del 40% de su renta bruta al pago de sus deudas. Este incremento fue mayor entre las rentas más bajas, los hogares jóvenes, los que tenían un cabeza de familia en paro o inactivo y los que se encontraban en el cuartil inferior de la riqueza
Gasto
En 2020, se produjo un aumento sustancial y muy generalizado en el porcentaje de hogares que incurrieron en gasto en bienes duraderos, excluidos los automóviles. Este fenómeno está vinculado a la fuerte recomposición del gasto de los hogares que tuvo lugar en las fases iniciales de la crisis sanitaria.
A modo de resumen, algunas consideraciones relevantes. De cara a la actuación en curso del BCE, un aumento de los tipos de interés elevará la carga financiera de los hogares españoles situados en la parte central de la distribución de la renta. Sigue una mención a los jóvenes que son los grandes perdedores de la encuesta. Mientras que los hogares cuyo cabeza de familia supera los 65 años cuentan con un 85% de vivienda principal en propiedad, los de menos de 35 años solo lo hacen en un 36%. Hace una década eran el 69%. Pero no es solo la riqueza inmobiliaria. La riqueza bruta mediana de los jóvenes menores de 35 años se reduce a menos de 24.000 euros cuando hace una década era de 72.000 euros. Como adelanto, el próximo informe, que recorta su periodicidad a dos años, se cerrará en 2022 y será previsiblemente más sombrío que el aquí comentado. Debido a varios factores, el poder adquisitivo de las familias españolas se ha visto mermado un 4,3% desde la irrupción del coronavirus. Finalmente, enfatizar una vez más la influencia crítica de la educación en los niveles de renta.
[Imagen de Raten-Kauf en Pixabay]