Permitidme que os comparta un viaje interior que comenzó en enero del 2020. Comenzamos a preparar Proud, un concierto inspirado en el itinerario personal de una persona gay sugerido por Ian Temple, tras escuchar como terapeuta, cientos de historias de hombres gays, en el que propone que el coming out, la salida del armario (o del closet)[1], es una propuesta universal, un acto de heroísmo para todos aquellos que se debaten entre el miedo y la autenticidad.
En su propio recorrido personal, Ian tuvo que salir del armario varias veces: como persona homosexual, pero también como persona seropositiva, exadicto, o persona con Parkinson. Él mismo explicaba en un video en la introducción del concierto cómo tras perder a su compañero por VIH se enroló en fiestas de drogas y sexo (chemsex) que le llevaron a la adicción, o cómo, recientemente, fue diagnosticado con Parkinson y decidió someterse a una operación cerebral. Cada salida del armario estaba marcada por el mismo miedo al estigma.
El concierto, además de con poderosas canciones (Fix you, Creep, Chandelier, True Colors, Chosen family), contaba con testimonios de varios miembros del coro contando sus experiencias sobre exclusión en religión, adicciones, familia, VIH o Parkinson. Inicialmente programado para el verano del 2020, finalmente fue puesto en escena en Londres durante este Orgullo 2023 contando con Parkinson-UK como organización aliada. Compartir historias personales y escenario con los casi 200 miembros del coro ha sido una experiencia poderosa.
Para mí, este viaje personal ha supuesto mi salida del armario como superviviente de abusos sexuales dentro de la Iglesia. Me preguntaba porque tantos años más tarde, en sueños, se me aparecía un capítulo oscuro que ocurrió en la sacristía de mi pueblo cuando tenía 9 o 10 años. Una razón es “de manual”: la mente tiende a olvidar o a meter en congelador capítulos traumáticos para sacarlo cuando el cuerpo está preparado para hacer frente a ello. Imagino también que el tener constantemente noticias en los medios ayudaría a despertar este capítulo del pasado, pero también pensaba que para mí la comunidad es importante y esta era la primera vez que yo estaba perteneciendo y siendo apoyado por una comunidad gay. Un espacio donde podemos ser auténticos, cuidarnos y celebrar lo que somos.
Salir del armario puede ser un motivo de ayuda para otros. Durante los testimonios sobre adicciones que se proyectaron durante el concierto, Ralf cuenta que escuchar el testimonio de Nick contando cómo el trauma no resuelto le llevó a la adicción, le motivó a él a pedir ayuda. Silencio es muerte, salir del armario es abrirse a la vida.
Salir del armario es un acto de amor, es un viaje bonito de la oscuridad a la luz y una propuesta para todo el mundo; en mi propia entrevista[2] yo decía que también para la Iglesia. La propia Iglesia también tiene una necesidad permanente de ser más auténtica, de deshacerse de la presión de la derecha mediática y del barro cultural que ha acumulado durante siglos y ser mayor reflejo del amor y belleza de Jesús que acoge y cuida a todos.
Para una persona LGTBIQ, salir del armario es vivir y celebrar lo que somos y como Dios nos ha creado. No podemos intentar vivir de otra manera a como Dios nos ha soñado. Ser auténtico es ser coherente y transparente a como Dios nos soñó, reflejando su luz y su belleza.
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[1] Revelar la propia identidad sexual o de género fuera de lo heteronormativo. El término inglés coming out se utiliza también para otras revelaciones que puedan ser motivo de discriminación o censura por parte de una parte de la sociedad.
[2] Enlace a las entrevistas: https://www.lgmc.org.uk/member-stories-proud/
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