Los ricos siempre son de otro país. Siempre buscan el secesionismo para formar su mundo: sea independizando su ocio y redes de sociabilidad, creando un nuevo municipio o región, formando urbanizaciones exclusivas, escapando a paraísos fiscales, aislándose en complejos turísticos exclusivos o generando mundos virtuales propios. Es el caso del barrio estadounidense de Buckhead, cuyo nombre significa Cabeza de macho, un caso paradigmático de la conexión entre desigualdad, falta de cooperación y segregación.

Barrio blanco en ciudad negra

Los residentes del barrio más rico de Atlanta, Buckhead, quieren secesionarse de la ciudad y constituir otra ciudad. La razón es luchar por sí mismos contra la ola de violencia que sufre la capital de Georgia ya que sostienen que la ciudad no los protege suficientemente, pero hay otras razones que tienen mayor envergadura porque la separación haría perder a Atlanta el 38% de sus ingresos fiscales.

Las diferencias socioeconómicas entre Buckhead y el resto de la ciudad son exageradas. La mitad (51%) de la población de Atlanta es afroamericana, mientras que hasta tres cuartas partes de Buckhead es blanca (13% afroamericanos entre los vecinos). El barrio contiene al 25% (noventa mil) de los habitantes de Atlanta e incluye un gran número de mansiones y a los más ricos de la ciudad, entre otros al gobernador de Georgia, quien, perteneciente al Partido Republicano, apoya la independencia. Al contrario que la alcaldesa demócrata de Atlanta. Cabeza de macho es el único barrio de Atlanta que votó por Trump, para quien recaudaron millones de dólares. También la campaña para la secesión urbana de este barrio está muy bien financiada.

Movimiento segregacionista

El movimiento para separarse de Atlanta surgió tras las revueltas del Black Lives Matter, las cuales tomaron Buckhead como uno de los escenarios de sus protestas. Desde entonces ha habido malos años en los que ha aumentado la criminalidad en el municipio. Los habitantes de Buckhead acusan a la corporación municipal de Atlanta de desproteger su barrio y justifican que ser ciudad les permitiría dotarse de una policía propia para impedir los robos, carreras de coches y crímenes. No obstante, la zona tiene las menores tasas de delitos de la ciudad.

En el año 2000 hubo una crisis en Buckhead desatada por el dominio de una red de narcotraficantes llamada la Familia Black Mafia, que culminó con el asesinato en el barrio del jugador de fútbol americano Ray Lewis. En 2008, se formó una corriente que comenzó a proponer la emancipación de Atlanta con argumentos basados en la inseguridad, pero también la reducción de impuestos municipales. A finales de 2021, hasta un 54% de los residentes de Buckhead apoyaban la escisión (Pulley y Mock, 2021).

El nombre de la zona procede del propietario de unos de los terrenos, quien a mitad del siglo XIX mató un gran ciervo macho, le cortó la cabeza y la colgó en un emplazamiento destacado. Posteriormente la zona se convirtió en una localidad rural de vacaciones para los más ricos de la cercana Atlanta. Desde la década de 1950, Buckhead ha sido el distrito de los más ricos, el noveno más adinerado de Estados Unidos. Actualmente es una zona residencial y comercial en la que se encuentra un prestigioso núcleo financiero de rascacielos. La ciudad se ha construido históricamente de modo que la influencia de la élite de Buckhead ha logrado que allí se haya concentrado una mayor parte de parques, bancos, centros de salud y comercios. Secesionarse supondría un desgarro patrimonial y de servicios para Atlanta.

Bill White, director ejecutivo del separatista Comité de la Ciudad de Buckhead (BCC), cree que Buckhead se ha convertido en una «zona de guerra… Somos personas que solo queremos recuperar nuestra comunidad… No soy republicano. No soy demócrata. No soy independiente. No soy negro, no soy blanco. No soy gay ni heterosexual. No soy ninguna de esas cosas» (Pulley y Mock, 2021). El BCC se sustrae a todas las diferencias y desigualdades que haya, para presentar la separación como una causa casi humanitaria relativa a los Derechos Humanos.

La alcaldesa de Atlanta, Keisha Bottoms, se opone a la moción y añade que «incluso si se construyera un muro impermeable alrededor de esta nueva ciudad propuesta, no abordaría la ola de crímenes de Covid que están experimentando Atlanta, el estado y el resto de la nación”, dijo en un comunicado. “Es por eso que muchos vecinos y la comunidad empresarial se oponen a esta medida. Un mejor uso de esta energía sería trabajar juntos para abordar los desafíos que enfrenta nuestra ciudad, no dividir a Atlanta» (Pulley y Mock, 2021).

Por su lado, el activista urbano Scotty Smart, fundador de la Fundación SMART en Atlanta, sostiene que «la gente de Buckhead que quiere ser su propia ciudad es otro ejemplo de que hay un problema y la gente no quiere abordar el problema por completo o está tan desconectada que no puede relacionarse. Si el problema es el crimen, ¿cómo la separación hace que el crimen desaparezca?» (Joy, 2021). 

La segregación inversa

Hace medio siglo las comunidades afroamericanas luchaban para tener derecho a acceder a los espacios sociales de la mayoría de la población. Esas luchas históricas contra la segregación marcaron un hito en la historia no solo estadounidense, sino mundial. Ahora nos encontramos ante un movimiento inverso: son los blancos y ricos los que quieren autosegregarse de la mayoría social. Ese es el fenómeno de la segregación inversa: crear un mundo aparte para desrresponsabilizarse de los problemas de la sociedad y poder disfrutar de los privilegios conseguidos de explotar a dicha sociedad.

Las élites consideran que es una cuestión de seguridad. La seguridad es el argumento que suele interponerse siempre como excusa para los procesos de segregación de quienes están en los puestos altos de la estratificación social. Seguridad de su futuro, su tranquilidad, su ocio, sus propiedades, sus negocios, sus calles, sus familias, sus cuerpos.

Si Buckhead se independiza, constituirá una ciudad blanca en medio de una de las metrópolis más afroamericanas del país. Atlanta tiene una alta significatividad en la comunidad afroamericana estadounidense porque no solamente es el hogar de Martin Luther King y cuna del movimiento de derechos civiles, sino que en esta ciudad vive el estrato más rico y educado de todo el país, razones por las cuales ha sido conocida como  Black Mecca, la Meca negra. En Atlanta se concentra la más importante red universitaria significativamente afroamericana y hay una elite afro muy estructurada en instituciones culturales, cívicas, religiosas, políticas y mediáticas (como el diario Atlanta Black Star).

Según Maurice Hobson —profesor de estudios afroamericanos en la Universidad de Georgia—, Atlanta llegó a la década de 1980 como una ciudad cosmopolita con una ciudadanía negra internacional (Hobson, 2018), pero las políticas de desindustrialización formaron una masa afromericana pobre que lastró la ciudad. Las olimpiadas de 1990 fue un proyecto metropolitano de renovación colectiva, pero no logró reducir la dinámica que llevó a que Atlanta sea una de las ciudades con mayor desigualdad de Norteamérica. 

Dichas desigualdades no son accidentes laterales de la economía, sino una estratificación programada por la lógica del extremocapitalismo y presiona a todos. Una de las salidas es tratar de desligarte de esa sociedad problemática buscando territorios blindados.

Hasta grupos afroamericanos sienten la tentación de fugarse del territorio. En noviembre de 2021, diecinueve familias afro adquirieron cuarenta hectáreas de terreno al sur de Atlanta para crear una nueva ciudad-refugio llamada Freedom exclusiva para afroamericanos profesionales, una «ciudad negra». Según la concibe uno de sus fundadores, «tenemos que construir algo para nosotros mismos y capacitarnos para tener los espacios que nos merecemos». «Históricamente, las comunidades negras han sido destruidas por políticas racistas: líneas rojas, pactos raciales, carreteras construidas para aislarlas y cortarles los recursos. Y la idea es construir un refugio seguro» (Fadel, 2021).

La segregación urbana se convirtió en una praxis que ha dado forma a las ciudades de final del siglo XX y primeras décadas del XXI. Generalmente toma la forma de urbanizaciones o nuevas zonas cuyo acceso queda determinado por los inalcanzables costes de la vivienda. En vez de crear mezcla interclasal que genere convivencia e iniciativas cooperativas, la progresiva segregación está llevando a que las ciudades sean varias ciudades en un mismo territorio. Buckhead es la manifestación extrema de esa voluntad de desentenderse del conjunto de la sociedad para constituir un castillo aparte. 

Las urbanizaciones exclusivas de elite son uno de los medios, pero cada vez hay más instrumentos para multiplicar la separación: paraísos fiscales, metaversos, colegios, clubs, resorts, etc. Buckhead es un caso paradigmático. 

Lo cierto es que la línea imaginaria que el barrio rico, blanco y de negocios quiere dibujar para separarse del resto de Atlanta no contendrá los problemas, sino que, lejos de eso, los intensificará porque cortará toda relación de cooperación. Las segregaciones aumentan la presión de la violencia estructural sobre el conjunto de la sociedad. La segregación acaba aumentando la inseguridad sobre todo contra los menos favorecidos, pero también sobre las élites y al final eso provoca un resentimiento que llama a soluciones más radicales de alto riesgo social (Diario de Nunca Jamás, 21 de enero de 2022).

Referencias

  • Fadel, Leila (2021). Outside of Atlanta, Black families are buying land to create a safe haven. NPR, 21 de noviembre de 2021. 
  • Hobson, Maurice J. (2018). Black mecca or most unequal US city: will the real Atlanta please stand up? The Guardian, 22 de octubre de 2018.
  • Joy, Hannah (2021). Atlanta’s wealthiest community, Buckhead, fights to secede from city. The Grio, 9 de junio de 2021. 
  • Pulley, Brett  & Mock, Brentin (2021). Atlanta’s Wealthiest and Whitest District Wants to Secede. Bloomberg Businessweek, 1 de octubre de 2021.
  • Sáiz, Sergio (2022). Buckhead: una nueva ciudad sólo para ricos. Expansión, 21 de enero de 2022.
  • Tensley, Brandon (2021). When a White-majority neighborhood wants to divorce its Black city. CNN, 23 de septiembred e 2021.

[Imagen extraída de Wikimedia Commons]

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Amarillo esperanza
Anuario 2023

Después de la muy buena acogida del año anterior, vuelve el anuario de Cristianisme i Justícia.

Fernando Vidal
Doctor de Sociología, profesor de la Universidad Pontificia Comillas -donde dirige el Instituto Universitario de la Familia- y Research Professor del Boston College. Fundó y fue primer presidente del Global Social Sciences Network de IFCU. Es presidente de la Fundación RAIS, patrono de la Fundación BoscoSocial y patrono de la Fundación FOESSA, de cuyos informes es uno de los coordinadores. Forma parte de CVX y es miembro de su Consejo Ejecutivo Mundial.
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