J. I. González FausLos antiguos escolásticos tenían una costumbre muy sana: al comienzo de cada disputa definían las palabras que iban a usar en ella. De este modo, si luego argumentaban dando a esas palabras un significado distinto del que antes habían definido, se les podía decir aquello de “tibi contradicis” o “contradicis definitioni tuae”, y quedaban como un Abascal tras su moción de censura.

Por haber perdido aquella sana costumbre, las palabras nos sirven hoy a nosotros como piedras que se arrojan al otro en vez de argumentos que se le presentan. Ahí está ese término “populista” que (como ya dijo Piketty) nadie sabe bien qué significa, pero todos se lo tiran unos contra otros, con significados distintos cada vez. Pero el significado es lo de menos porque, como digo, no se trata de una palabra sino de una bala. Es aquello de Umberto Ecco de usar “el nombre de la cosa”, pero sin la cosa.

Y es que, por lo general, hay mil palabras en nuestro lenguaje que son claramente plurisémicas. Ahí está nuestra querida democracia: Franco presumió siempre de gobernar una democracia (“orgánica”, por supuesto, sin que nadie supiera qué quería decir eso, pero democracia), y la Alemania del Este, en tiempos de la URSS, se definía como “República Democrática Alemana”), mientras la Europa occidental se consideraba constituida por democracias… Todos demócratas, por supuesto, aunque se parecieran como un rábano a una gallina. Pero lo que importa, para bien y para mal, no es el significado sino el sonido de la palabra.

Lo mismo ocurre con la palabra comunismo: sirve para designar tanto lo comunitario como su degeneración, y para proteger el bolsillo pretendiendo proteger la moral. Lo comunitario implica igualdad y fraternidad como esenciales (aclarando que lo de igualdad no se opone a diversidad sino a desigualdad). Pero eso tan esencial se puede imponer por la fuerza y contra la libertad (aquí tendríamos el comunismo de la URSS) y puede también buscarse desde la libertad. Una libertad que tendrá sus leyes, por supuesto, pero democráticamente aceptadas.

En este segundo caso, más que de comunismo convendría hablar de comunitarismo o de “comunionismo”. Recordemos que el ateo Marx (que, como mal ateo que era, tenía bastantes supersticiones), estaba seguro de llegar a lo que él consideraba un comunismo “no grosero”, a través de una dictadura del proletariado que él consideraba breve, pero dictadura. Y en oposición a eso, ya demasiado tarde, surgió el llamado “eurocomunismo” de Santiago Carrillo como otra forma de designar al comunitarismo, mientras Carrillo proclamaba: “Dictadura, ni la del proletariado”.

Francisco, como el evangelio cristiano, es uno de los grandes adalides de la igualdad y la fraternidad. De ahí que sea tan crítico con un sistema que solo sabe generar desigualdad y hostilidad y que solo sabe producir riqueza a condición de repartirla pésimamente. Pero Francisco nunca ha hablado de la dictadura como medio para llegar a ese comunismo tan evangélico, precisamente porque sabe que “Cristo nos liberó para que vivamos desde la libertad” como escribió san Pablo. Y el gran golpe bajo de las derechas es desautorizar como comunismo político aquello que es comunismo económico.

El sr. Casado (que hace unos días tan brillantemente apartó a Abascal de su camino), quiere ahora eliminar a Pablo Iglesias diciendo que no negociará la renovación del poder judicial con el gobierno, “mientras en este haya comunistas”. ¡Cuidado, señor Casado! Porque a lo mejor está usted mintiendo sonoramente ya que -en el sentido en que usted lo dice- no hay comunistas en este gobierno, y usted está diciendo, sin querer, que no negociará mientras haya posturas cristianas en el gobierno. Lo cual sería como echar a la papelera todo su discurso del jueves 22, una vez ha servido para eliminar al rival en eso de ser “líder de la oposición”.

Otra cosa podría ser si usted hubiese dicho: no negociaré con el gobierno mientras haya en él gentes que viven en Galapagar. Eso podría tener su sentido: ahí está el gran José Mujica, como presidente de Uruguay, conduciendo un Volkswagen Escarabajo y viviendo en una casa que Pablo Iglesias debería visitar. Pero claro, hablar así igual le creaba a usted problemas o le dejaba casi sin votos.

En cualquier caso, tildar a Francisco de comunista, equivale a confesarnos nosotros mismos como no cristianos o mal cristianos o anticristianos, por mucho que vayamos a misa los domingos. Pues, como enseñó Jesucristo, no se trata de decir “Señor, Señor”, sino de cumplir la voluntad del Padre del cielo (Mt 7, 21).

Imagen de Annett_Klingner en Pixabay 

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Jesuita. Miembro del Área Teológica de Cristianisme i Justícia. Entre sus obras, cabe mencionar La Humanidad nueva. Ensayo de cristología (1975), Acceso a Jesús (1979), Proyecto de hermano. Visión creyente del hombre (1989) o Vicarios de Cristo: los pobres en la teología y espiritualidad cristianas (2004). Sus últimos libros son El rostro humano de Dios,  Otro mundo es posible… desde Jesús y El amor en tiempos de cólera… económica. Escribe habitualmente en el diario La Vanguardia. Autor de numerosos cuadernos de Cristianisme i Justícia.
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10 Comentarios

  1. Hay «comunistas» y ateos que en la práctica personal, social y política son más «cristianos» que los que se autodenominan cristianos y cuya conducta social y política está muy lejos del Evangelio de Jesús.

  2. Querido amigo si no conoce a Marx puede que don Antonio Escohotado le abra un poco los ojos. no habido ideologia en el mundo más antagónica a la Iglesia de Cristo que la izquierda y la prueba está en los miles de cristianos que han matado y siguen matando. El comunismo fue y sigue siendo una aberración que ha intentado colocarse en el sitio de la religión y muchas veces lo ha conseguido.
    Cristo también dijo que su reino no era de este mundo y que se le diera al César lo que era del César, Cristo nunca robo a nadie para dárselo a nadie.
    No hay cosa que más desconfíe que de alguien que siendo de izquierda dice ser católico cómo el cura que los rojos llevaron al Alcázar en el 36 para intentar engañar a los que estaban dentro que por cierto seguro que de entre ellos más de uno habrá entre los innumerables mártires que la izquierda consiguió crear en nuestra Guerra Civil
    Y por cierto la izquierda se ha demostrado una maestra en el cambio de significado de la palabra y en hacer verdades de enormes mentiras

  3. Me parece que esta nota no tiene pie ni cabeza! Se afirma que Francisco està en contra de la dictadura. Por qué entonces apoya a Cristina en Argentina. Es un perfecta dictadora (ademàs de super ladrona)! El papa està a favor de China, de Cuba y Venezuela.
    Debiera dejar de hacer polìtica y pensar en su Grey, que por su culpa se està desbandando… Dijo que tiene miedo de pasar a la historia como el papa que dividiò a la Iglesia, pero està haciendo de todo para que esto ocurra!

  4. En respuesta a Pablo: su comentario es una síntesis del error d siempre. UD. se dice cristiano?, Porque la verdad sus palabras son inaceptables. Que yo sepa Cristina jamás fue dictadora y en cuanto a «chorra» término ordinario de por si, tampoco se le ha podido demostrar nada . o sea que sus palabras solo denotan su odio personal e implícitamente dan a entender que el expresidente Macri fue una persona honesta, cuando sabemos en que estado ha dejado a la pobre Argentina. Y otra cosa, yo no he escuchado nunca decir a Francisco que apoya o deja de apoyar a Cristina, eso es una fantasía de los que odian al nombrado en este artículo, «populismo». Y además debería razonar que gracias a Dios tenemos ahora un Papa cristiano que está haciendo un esfuerzo inaudito para que personas como Ud. traten de darse cuenta de sus errores. Por supuesto que no me va a escuchar porque estoy a favor del populismo, preferible al escandaloso robo de los «republicanos o democráticos».

  5. Independientemente de lo que piense Casado ( o cualquier otro) sobre Iglesias, en la coalición electoral de Unidas Podemos y en el Consejo de Ministros actual está presente el Partido Comunista. Esto es irrefutable, creo.

  6. Creo que se esta buscando el sexo de los ángeles, los trescientos pies al gato o quiero estar por encima de todos con mis chorradas desde un puesto cualificado, pues muchos siguen las opiniones del articulistas.
    Al pan pan y al vino vino, lo que quiere decir es que Jesús fue comunista? o las posturas comunitas son posturas cristianas?
    Qué barbaridad de vericuetos, pero como estamos en casa, pues a desbarrar, todos, eh?

  7. En primer lugar Juan es mi segundo apellido, no mi nombre. En segundo , yo contestaba a unas frases concretas del artículo de González Faus, no al Papa Francisco y menos a Jesús. Lamento las “chorradas” con que me replica.

  8. Respuesta a Ana María Viñas: ¡qué poco conoce Ud. la doliente realidad argentina, señora! Afirma que a Cristina no se le ha probado nada en lo que se refiere a la calificación de «chorra» que le endilga otro escriba… Y tampoco se le va a probar, según se ve, ya que está empeñada en la domesticación de la Justicia, amañando fiscales, digitándolos y presionando o «trasladando» a los jueces que deben juzgarla. Es la mejor intérprete de la figura del gobernante ladrón, imitando a su despreciable esposo, otro ladrón impúdico e insigne, q.e.p.d.
    ¿De dónde salieron todos ellos? pues del peronismo, un grupo político que desde su nacimiento acostumbró al pueblo argentino a la falsa idea de que este es un gran país, lleno de riqueza, y que como tiene tanta riqueza no es necesario esforzarse para el progreso nacional y personal.
    Claro que los que sí nos esforzamos (unos 11 millones de argentinos, sobre el total de 44 millones) lo hacemos exhibiendo méritos y esfuerzos personales, lo que es denostado por el peronismo/kirchnerismo (¡y por Francisco!)…
    ¿Necesitan Uds. más datos para definir y entender lo que es el «populismo»?

  9. No iba a contestar nada porque no vale la pena gasta palabras ante necedades tan grandes, pero se ha pemitido nombrar a Francisco y eso no se lo puedo dejar pasar.Ud como buena argentino tipo medio pelo para arriba solo se mira a ud y su ombligo. Claro Francisco debería haber sido un Papa presentable si salía de su casta, pero gracias aDios no es asi. Nada más

  10. Lo voy a resumir muy brevemente. Antes pagaba una cuota a esta organización. Por leer barbaridades como esta, que cada vez son más numerosas, dejé de hacerlo y no me arrepiento, ni mucho menos.
    El cristianismo jamás debería de ser politizado. Jamás. En este lugar, sin embargo, parece que es lo que más gusta. ¡Qué lejos está la política de Jesús!

    Y por aclarar, el comunismo es siempre una dictadura, en la que se roba, mata y niega toda esperanza.

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