Darío Mollá. Es uno de los mensajes más significativos del Jesús Resucitado… Y también fue uno de los mensajes más reiterados del Jesús histórico… También es uno de los mensajes más reiterados de toda la Escritura… Podemos decir, creo que sin faltar a la verdad, que nuestro Dios es el Dios del “no tengáis miedo”. Dicho siempre, obviamente, en circunstancias difíciles, porque es en esas circunstancias cuando el mensaje tiene sentido.
Vivimos un momento muy difícil en el que se nos invita a lo contrario: a tener miedo. Miedo de que nos podamos contagiar, de que podamos contagiar a otros, de que nos puedan multar, de… y de… Me produce una cierta sonrisa eso de que se hable de la “responsabilidad” de nuestros ciudadanos, cuando se confía más en meter miedo que en la supuesta responsabilidad de los ciudadanos. Infundir miedo para que nos quedemos encerrados: una escena que nos es conocida a los lectores del Evangelio…
Por otra parte, y con alguna frecuencia, quienes nos invitan al miedo son privilegiados en esta situación de confinamiento. Tienen espacios internos y domésticos para oxigenarse, para pasear, para hacer ejercicio físico. También acceso médico asegurado público y/o privado, seguridad en no perder ni el empleo ni el sueldo, excusas para saltarse confinamientos y cuarentenas, etc…
Somos testigos día a día de un espectáculo de “palos de ciego”: palos de ciego de los políticos, palos de ciego de los llamados “especialistas” o “expertos” en medicina, en economía, etc… (especialistas que han crecido debajo de las piedras como hongos: ¡nunca pensé que tuviéramos tantos “expertos” en nuestro país…!), palos de ciego de los medios de comunicación… Y la mayoría de estos mensajes lo que pretenden es “meternos el miedo en el cuerpo”… Confieso que hace ya días que he dejado de ver las noticias de las televisiones; consulto por internet la prensa de cuatro diarios nacionales de orientación política diversa, selecciono aquello que me interesa y, a partir de ahí, intento formarme mi opinión…
Creo que el “no tengáis miedo” de Jesús sigue siendo un mensaje actual y necesario en este tiempo, y precisamente en este tiempo. Pienso que nos invita a transmitir serenidad, sosiego, responsabilidad nacida de la libertad, responsabilidad con nosotros mismos y también, por supuesto, responsabilidad con las personas que vivimos y con la sociedad. Y a afrontar con serena y responsable confianza el desafío de nuestro momento. Porque si algo necesitan las personas que sufren no es miedo sino ánimo, confianza y apoyo.
Imagen de Thomas Meyer extraída de Pixabay
Efectivamente Dario. Estamos gobernados x expertos q no saben nada ni preguntan a expertos. Este virus nos ha cogido desprevenidos. Me pregunto si dejaremos de despilfarrar el dinero en construir un hotel en la luna (me gusta el descubrir) y se dara para algo real como investigacion en sanidad educacion… Y como nos tratan como si fueramos niños no nos dejan pensar actuamos como tales con irresponsabilidad dando la pataleta.
Padre Dario, reciba usted un abrazo fraterno desde Lima Perú, cierto en estos días de confinamiento los medios de comunicación y autoridades correspondientes nos están transmitido mas miedo que responsabilidad, algunas personas cumplimos; otras son indiferentes por irresponsabilidad o cansancio a no tener las condiciones básicas para estar en confinamiento.
En estos días inciertos es necesario retomar el mensaje de Jesús «no tengáis miedo» y como usted hace la interpretación es hermoso y llena de esperanza. Gracias¡¡
[…] la muerte y la soledad en el pan de cada día de numerosas conversaciones de terrazas europeas, el miedo se me vuelve a presentar. Se presenta, pero no sería necesario: ya lo conozco. Me vuelve […]