Pepe LagunaUna valla sirve para separar dos espacios, una jaula añade el matiz de peligrosidad a esa separación. Cuando era niño me encantaba ir al circo con mi familia y disfrutar de los payasos y los magos que no dudaban en saltarse la separación entre la pista y el público buscando siempre una víctima cómplice para sus bromas y trucos. La cosa cambiaba cuando en la pista se montaba una enorme jaula y hacían su aparición los leones y los tigres, entonces mi corazón infantil comenzaba a latir con fuerza ante el temor de que aquellos feroces animales lograran escapar entre los barrotes y nos devoraran a todos.

Donald Trump sabe que la frontera que quiere construir entre Estados Unidos y México no es una valla sino una jaula. No pretende marcar el límite entre dos espacios sino proteger a los estadounidenses de la amenaza de inmigrantes “peligrosos”, por eso se dedica a alimentar el discurso del miedo y la inseguridad: los «leones» están al acecho y su naturaleza salvaje siempre busca presas a las que devorar.

Por si los barrotes que construye el discurso del domador Trump no fuesen suficientemente sólidos, la senadora republicana de la Cámara de Representantes de Arizona, Gail Griffin, ha decidido echarle una mano añadiendo el cemento de la indecencia a la argamasa de la peligrosidad. Griffin propone financiar la construcción del muro de Trump cobrando 20 dólares a los consumidores de pornografía en internet. Convierte así a los inmigrantes en el chivo expiatorio sobre el que descargar la salvaguarda de la decencia americana. Los inmigrantes no solo son “animales peligrosos”, también son “indecentes”, ¿qué sociedad no querrá protegerse ante tamaña amenaza?

En estos tiempos en los que se prohíben las actuaciones con animales aparecen domadores de medio pelo que quieren convertir el mundo en un gran circo. Y a mí, que ya voy entrando en canas, los payasos del circo ya no me hacen tanta gracia como antaño.

Imagen extraída de: T13

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Padre de familia, teólogo y músico. Miembro del Área teológica de Cristianisme i Justícia. Ha escrito en esta colección diversos cuadernos: “Vulnerables. El cuidado como horizonte político” (2020), “Acogerse a sagrado. La construcción política de lugares habitables” (2018), “Pisar la luna. Escatología y política” (2015), “¡Ay de vosotros! Distopías evangélicas” (2013), "Hacerse cargo, cargar y encargarse de la realidad" (2011), “¿De la liberación a la inclusión?" (2004) e "¿Y si Dios no fuera perfecto? Hacia una espiritualidad simpática” (2000).
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6 Comentarios

  1. Trump quiere hacer un muro que separe México de EEUU. Todavía no lo ha hecho porque el congreso le ha vetado los fondos.

    Invito a quien quiera conocer el tema del muro que mire en Google maps. con el Street view la frontera entre San Diego y Tijuana (puede empezar en la playa al lado de donde está la plaza de toros) o tantos kilómetros por el desierto y verá que gran parte del muro lleva ya muchos años construido.

    No todo lo malo es de Trump, aunque queda bien echarle la culpa de todo lo que pase en el planeta.

  2. […] El actual gobierno del PSOE no ha cambiado un ápice de las políticas de control de fronteras. Al contrario, y tal como ha denunciado no pocas veces la activista Helena Maleno, el gobierno de Pedro Sánchez ha introducido criterios restrictivos en la utilización de Salvamento Marítimo para el rescate de las pequeñas embarcaciones que intentan llegar a las costas españolas, a la vez que prohibía la salida del barco de la organización Open Arms, retenido durante meses en el puerto de Barcelona. El Mediterráneo es hoy un muro tal vez más inexpugnable y profundo que aquel que denunciamos de la administración Trump. […]

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