Agustín OrtegaRecientemente ha salido el libro La vitalidad del personalismo. Nuevos retos y perspectivas, editado por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), en el que aparece mi trabajo, «Pensamiento social y ética de la justicia para una política democrática. Claves desde el Papa Francisco con los movimientos populares». El artículo es fruto de la ponencia que expuse en el IV Congreso Iberoamericano de Personalismo, “Personalismo, justicia y ciudadanía” (Puebla-México, 28-30 de agosto de 2017) y que fue presentada en el área de “Antropología, Filosofía Social y Política” de dicho Congreso. Tal como indica el título del libro, creemos que la filosofía personalista sigue teniendo mucha vida, actualidad e importancia para la historia de la humanidad. Por ejemplo, para el pensamiento social y la ética con una sólida antropología como base.

El personalismo ha sido, en muy buena medida, inspirada por la fe judeocristiana-católica y su cosmovisión antropológica, moral y social. Tal como nos está mostrando Francisco, en el camino de la Doctrina Social de la Iglesia. Así nos lo comunica en una última e imprescindible entrevista en «Il Sole 24», en la que el papa nos transmite todo este humanismo ético, social e integral en la línea del personalismo. Allí afirma claramente que, frente al dominante sistema e ideología neoliberal y capitalista, “no podemos ignorar que una economía estructurada de esta forma es destructora. Ya que pone el dinero al centro y obedece solo a él. Cuando la persona no ocupa la centralidad, cuando ganar dinero se convierte en el principal y único objetivo, nos colocamos fuera de la ética. Se construyen estructuras de pobreza, esclavitud y descartes”.

Por tanto, Francisco nos muestra la entraña del personalismo humanista y comunitario. La persona es la clave, el sujeto y protagonista de todo sistema económico, financiero y político. En contra de los ídolos de la riqueza-ser rico y del capital, de la propiedad, del mercado y del poder. Y es que “tenemos una ética no amiga de la persona cuando, casi con indiferencia, no somos capaces de escuchar y probar compasión ante el grito de dolor de los demás. No lloramos frente a los dramas que destruyen la vida de nuestros hermanos; ni tampoco los cuidamos, como si no fuera también nuestra responsabilidad, lejana de nuestras competencias. Una ética amiga de la persona se convierte en un fuerte estímulo para la conversión. Necesitamos conversión. Falta la conciencia de un origen común, de pertenecer a una raíz común de humanidad y a un futuro para construir juntos. Esta conciencia de base permitiría el desarrollo de nuevas convicciones, nuevas actitudes y estilos de vida. Una ética amiga de la persona tiende a superar la distinción, tan rígida, entre las realidades que apuestan por las ganancias y aquellas orientadas no al mecanismo exclusivo de los beneficios”.

El papa visibiliza así, claramente, los valores y principios del personalismo, lejos de todo academicismo e intelectualismo de salón, para la acción y el compromiso por la vida, la dignidad y la centralidad de las personas con sus familias. Una persona en un proceso de conversión, de cambio personal, con la existencia fraterna y solidaria. En la comunidad (Iglesia) pobre con los pobres, con la comunión de vida, de bienes y de luchas por la justicia con los empobrecidos de la tierra. “En este momento, el centro de nuestro sistema económico está ocupado por un ídolo, el dinero, y esto no es positivo. Luchemos todos juntos para que el centro esté ocupado más bien por la familia y las personas. Y se pueda salir adelante sin perder la esperanza. La distribución y la participación en los bienes producidos, el establecimiento de la empresa en un territorio, la responsabilidad social, el bienestar empresarial, la igualdad de trato en materia de retribución entre hombres y mujeres, la armonización de los tiempos dedicados al trabajo y a la vida, el respeto del medio ambiente, el reconocimiento de la importancia del hombre respecto a la máquina, el reconocimiento del salario justo y la capacidad de innovación son elementos importantes que mantienen viva la dimensión comunitaria de una empresa. Perseguir un desarrollo integral requiere la atención hacia los temas que he apenas especificado”.

De esta forma, en otras claves del personalismo, Francisco antepone el destino universal de los bienes, la justa distribución de los recursos, a la propiedad que siempre tiene un constitutivo carácter social. En esta socialización y bien común universal de los bienes, para toda la humanidad. “Todavía no se ha logrado adoptar un modelo de producción que asegure recursos para todos y para las generaciones futuras”. En este sentido, junto al personalismo humanista, Francisco reafirma el principio de que el trabajo, la dignidad del obrero y su familia con sus derechos como es un salario justo, están por encima del capital, del beneficio, la ganancia y la productividad. Es “muy importante comprometernos juntos para construir el bien común y un nuevo humanismo del trabajo. Promover un trabajo que respete la dignidad de la persona, que no apuesta únicamente por el beneficio o las exigencias productivas, sino que promociona una vida digna. Sabiendo que el bien de las personas y el bien de la empresa van de la mano. Contribuyamos a desarrollar la solidaridad y a realizar un nuevo orden económico que no genere otros descartes, enriqueciendo la acción económica con la atención hacia los pobres y la reducción de las desigualdades. Necesitamos valentía y creatividad genial”.

En oposición a la actual economía financiera-especulativa, donde domina la especulación bancaria como fuente de creación de riqueza por encima de economía real con la actividad del trabajador, Francisco afirma esta centralidad del trabajo. La persona trabajadora con su actividad laboral es la que, real y principalmente, genera el bien económico y social, no el capital. “Detrás de cada actividad hay una persona. Puede quedar anónima, pero no existe actividad que no se origine en el ser humano. La centralidad actual de la actividad financiera respecto a la economía real no es casual: detrás de esto se anida la decisión de alguien que piensa, equivocándose, que el dinero produce dinero. El dinero, el de verdad, se hace con el trabajo. El trabajo otorga dignidad al hombre, no el dinero. El desempleo que afecta a varios países europeos es la consecuencia de un sistema económico que ya no es capaz de crear trabajo, porque en el centro colocó a un ídolo que se llama dinero”.

El papa enseña pues la auténtica ética de la empresa, una verdadera responsabilidad social corporativa. La actividad del trabajo y de la empresa como comunidad solidaria de personas. En la que los trabajadores son los sujetos, gestores y dueños de la empresa con una economía social, cooperativa y del don. “Una sana economía nunca está desvinculada del significado de lo que se produce y la acción económica es siempre también un hecho ético. Mantener unidas acciones y responsabilidades, justicia y provecho, producción de bienes o recursos y su redistribución, operatividad y respeto del ambiente con el tiempo se convierten en elementos que garantizan la vida de la empresa. Desde este punto de vista, el significado de la empresa se amplía y hace comprender que perseguir únicamente el beneficio ya no garantiza la existencia de la empresa. Además de estas cuestiones vinculadas directamente con la empresa, tenemos que dejarnos interpelar por lo que nos rodea. Ya no es posible que los operadores económicos no escuchen el grito de los pobres”.

Imagen extraída de: Pixabay

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8 Comentarios

  1. Hablar de personalismo a propósito de las ideas de Francisco es un abuso del lenguaje. Los partidarios de las ciencias ocultas, de energías y auras suelen aludir a menudo a la física cuántica. Los parapsicólogos también dicen fundarse en ella. Es obviamente una majadería, una necedad. Llamar personalismo al más subjetivo de los pensamientos éticos resulta, en efecto, un abuso del lenguaje. Si dejamos de lado el lenguaje esotérico de Francisco, cuando dice que la verdad es poliédrica o que el tiempo es mayor que el espacio o ecología integral y otras expresiones gratuitas sin base científica alguna, meros flatus vocis, su negación de la moral objetiva en aras de una conciencia como último criterio de moralidad resulta cuando menos sorprendente. Dejémoslo ahí. Un personalista, un Maritain, sabe que la conciencia ha de atenerse a una ley natural objetiva. No basta la interpretación subjetiva, el discernimiento que gusta repetir a Francisco y a los que le siguen en esa línea.

  2. Todavía más me da la razón ya que el Papa Francisco, siguiendo a la tradición y magisterio de la iglesia, emplea asimismo la ley natural. Por ejemplo:

    “La ecología humana implica también algo muy hondo: la necesaria relación de la vida del ser humano con la ley moral escrita en su propia naturaleza, necesaria para poder crear un ambiente más digno. Decía Benedicto XVI que existe una «ecología del hombre» porque «también el hombre posee una naturaleza que él debe respetar y que no puede manipular a su antojo»» (LS 155).

    «La evangelización está atenta a los avances científicos para iluminarlos con la luz de la fe y de la ley natural, en orden a procurar que respeten siempre la centralidad y el valor supremo de la persona humana en todas las fases de su existencia» (EG 190).

    Por lo tanto, Francisco no es un subjetivista ni relativista y, de esta forma, afirma claramente: «Si no hay verdades objetivas ni principios sólidos, fuera de la satisfacción de los propios proyectos y de las necesidades inmediatas, ¿qué límites pueden tener la trata de seres humanos, la criminalidad organizada, el narcotráfico, el comercio de diamantes ensangrentados…? ” (LS 122-123).

  3. Las referencias de Francisco a la ley natural son episódicas. Se trata a menudo, como en los casos que usted cita, de un centón de enunciados enhebrados sin coherencia interna: «ley ntural escrita en su propia naturaleza, necesaria para poder crear un ambiente más digno.» En ecología no hay ambiente digno ni indigno: es el que hay. Es lo que decía de física cuántica y esoterismo.
    Las referencias de Francisco a la ciencia no pasan de ser meras repeticiones, sin profundizar, de algunas frases de la Fides et Ratio de Juan Pablo II, traídas por los pelos y, una vez más, sin coherencia interna.

    Por fin, el subjetivismo de Francisco se hace manifiesto en la fundamentación ética de la Amoris Laetitia. Lo que indica aquí en la Laudato Si es una expresión demagógica que no fundamenta . El mismo niega que existan verdades absolutas y llama rigoristas, fariseos y otras lindezas a los que le objetan que base la ética en el discernimiento, esa palabra que ahora repiten los seguidores como si fuera un gran hallazgo. Cierto es que él se encarga de subrayarlo.

    En los asuntos graves, sobre el origen de la vida humana, el fin de la misma y la manipulación, lo que hemos visto es la cruda realidad de este pontificado: invitados a dar lecciones en el Vaticano a personas que son partidarias del aborto (Ehrlich), de la manioulación de embriones, de la eutanasia activa.

    No da doctrina. Emborrona con sentencias que se contradicen. Y cuando ha de optar por un principio o por otro, lo afirma y lo niega a la vez.

  4. Francisco afirma clara y habitualmente la ley natural con los valores y principios firmes, sólidos y permanentes. Más citas, por ejemplo, nos transmite que la sexualidad y el matrimonio “pertenece al orden natural que ha sido asumido por la redención de Jesucristo” (AL 72). Creo que usted no comprende a Francisco que, por ejemplo como he puesto ya, cita a Benedicto XVI en defensa de la vida, del matrimonio y la familia, rechazando la ideología de género. Y usted eso le parece que no es claro, vaya vaya… Francisco afirma claramente que «la educación sexual debe ayudar a aceptar el propio cuerpo, de manera que la persona no pretenda «cancelar la diferencia sexual porque ya no sabe confrontarse con la misma»… Una ideología, genéricamente llamada “gender” (género), «niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer. Esta presenta una sociedad sin diferencias de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia. Esta ideología lleva a proyectos educativos y directrices legislativas que promueven una identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas de la diversidad biológica entre hombre y mujer. La identidad humana viene determinada por una opción individualista, que también cambia con el tiempo”(AL 56, 285).

    Otros ejemplos de su claridad y firmeza de los valores y principios morales, naturales y antropológicos. Sobre el matrimonio y la familia nos enseña que “se realiza plenamente en la unión entre un varón y una mujer, que se donan recíprocamente en un amor exclusivo y en libre fidelidad; se pertenecen hasta la muerte y se abren a la comunicación de la vida, consagrados por el sacramento que les confiere la gracia para constituirse en iglesia doméstica y en fermento de vida nueva para la sociedad….De ninguna manera la Iglesia debe renunciar a proponer el ideal pleno del matrimonio, el proyecto de Dios en toda su grandeza» (AL 292, 307). Y defiende claramente toda la vida humana con la ley natural: “la sola razón es suficiente para reconocer el valor inviolable de cualquier vida humana, pero si además la miramos desde la fe, ‘toda violación de la dignidad personal del ser humano grita venganza delante de Dios y se configura como ofensa al Creador del hombre…” (EG 213). “Precisamente porque es una cuestión que hace a la coherencia interna de nuestro mensaje sobre el valor de la persona humana, no debe esperarse que la Iglesia cambie su postura sobre esta cuestión… Quiero ser completamente honesto al respecto. Éste no es un asunto sujeto a supuestas reformas o ‘modernizaciones’. No es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana” (EG 214).

    Igualmente nos comunica que el embrión que habita en la madre “es un fin en sí mismo y nunca un medio para resolver otras dificultades. Si esta convicción cae, no quedan fundamentos sólidos y permanentes para defender los derechos humanos, que siempre estarían sometidos a conveniencias circunstanciales de los poderosos de turno…Frecuentemente, para ridiculizar alegremente la defensa que la Iglesia hace de sus vidas, se procura presentar su postura como algo ideológico, oscurantista y conservador. Sin embargo, esta defensa de la vida por nacer está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano. Supone la convicción de que un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo” (EG 213).

    “La defensa del inocente que no ha nacido debe ser clara, firme y apasionada, porque allí está en juego la dignidad de la vida humana, siempre sagrada, y lo exige el amor a cada persona más allá de su desarrollo. Pero igualmente sagrada es la vida de los pobres que ya han nacido, que se debaten en la miseria, el abandono, la postergación, la trata de personas, la eutanasia encubierta en los enfermos y ancianos privados de atención, las nuevas formas de esclavitud, y en toda forma de descarte. No podemos plantearnos un ideal de santidad que ignore la injusticia de este mundo, donde unos festejan, gastan alegremente y reducen su vida a las novedades del consumo, al mismo tiempo que otros solo miran desde afuera mientras su vida pasa y se acaba miserablemente” (GE 101).

  5. Por ceñirme a un tema que usted resalta, el matrimonio. Sólo una persona con voluntad de disolver la institución (para los cristianos, el sacramento), habla de «matrimonios irregulares» y califica a los adulterios situaciones irregulares. Ese es uno de los quicios del desastre moral de la Amoris Laetitia. Todo queda remitido al tribunal del discernimiento, del acompañamiento y de la conciencia. Por amor de Dios, se puede disparatar más en un mismo tema? Ya comenté lo de la conciencia como criterio moral último.

    Por otro lado, no dice cuándo considerar persona al embrión. Su defensa de la vida «antes del nacimiento» es una escapatoria que se presume inteligente, cuando no es más que la negación de realidades genéticas inconcusas: la dotación genómica del nuevo individuo, combinación de cromosomas paternos y maternos. Le cité casos que contradicen palmariamente la doctrina recibida. Invitaciones al dicasterio sobre la familia y la vida de personas que niegan la doctrina iusnaturalista y pugnan contra ella.

    No, los documentos de Francisco, los escribiera o no el famoso arzobispo especialista en besos,están plagados de medias verdades, contradicciones internas y, cierto, algunas citas de documentos precedentes. Pero algunas incluso retorciendo el sentido genuino del autor, como ocurre con Juan Pablo II y la referencia a santo Tomás. Ambas deturpaciones han sido objeto de crítica como es sabido.

  6. Con los textos y fuentes en la mano, como ya he mostrado hasta la saciedad y sigo enseñando ahora con más textos (ver más abajo), es de honestidad académica e intelectual afirmar que Francisco defiende claramente la vida, dignidad y el matrimonio, los principios y valores firmes de la fe. Y, como enseña el magisterio (CIC 1735), por supuesto también tiene en cuenta las condiciones, circunstancias y responsabilidad personal a lo hora de valorar la acción moral. Si bien rechaza el laxismo y relativismo, de igual forma niega el rigorismo y jansenismo que es una postura que la iglesia tampoco acepta. Bueno, cierro el debate ya que los argumentos están más que claros.

    “Cuando no se reconoce en la realidad misma el valor de un pobre, de un embrión humano, de una persona con discapacidad -por poner sólo algunos ejemplos-, difícilmente se escucharán los gritos de la misma naturaleza. Todo está conectado. Si el ser humano se declara autónomo de la realidad y se constituye en dominador absoluto, la misma base de su existencia se desmorona” (LS 117).

    “Dado que todo está relacionado, tampoco es compatible la defensa de la naturaleza con la justificación del aborto. No parece factible un camino educativo para acoger a los seres débiles que nos rodean, que a veces son molestos o inoportunos, si no se protege a un embrión humano aunque su llegada sea causa de molestias y dificultades… Es preocupante que cuando algunos movimientos ecologistas defienden la integridad del ambiente, y con razón reclaman ciertos límites a la investigación científica, a veces no aplican estos mismos principios a la vida humana. Se suele justificar que se traspasen todos los límites cuando se experimenta con embriones humanos vivos. Se olvida que el valor inalienable de un ser humano va más allá del grado de su desarrollo” (LS 120, 136).

    “Los derechos humanos tienen su fundamento en la naturaleza que aúna objetivamente al género humano….. Duele constatar cómo muchos derechos fundamentales están siendo todavía hoy pisoteados. El primero, entre todos, el derecho a la vida, a la libertad e inviolabilidad de toda persona humana. No son menoscabados sólo por la guerra o la violencia. En nuestro tiempo, hay formas más sutiles: pienso sobre todo en los niños inocentes, descartados antes de nacer; no deseados, a veces sólo porque están enfermos, con malformaciones o por el egoísmo de los adultos….L roca, sobre la que se establecen cimientos sólidos: esa comunión de amor, fiel e indisoluble, que une al hombre y a la mujer. Una comunión que tiene una belleza austera y sencilla, un carácter sagrado e inviolable y una función natural en el orden social.” (Papa Francisco, Discurso ante el cuerpo diplomático en Roma).

  7. Muy bueno el artículo, por favor podría decirme como se puede corregir sm la inseguridad ciudadana que se vive dia tras día? Gracias

  8. Gracias, Francisco afirma claramente que, como nos muestran los anteriores Papas, si no hay justicia ni equidad con los pobres de la tierra, no habrá paz.
    “Los mecanismos de la economía actual promueven una exacerbación del consumo, pero resulta que el consumismo desenfrenado unido a la inequidad es doblemente dañino del tejido social. Así la inequidad genera tarde o temprano una violencia que las carreras armamentistas no resuelven ni resolverán jamás. Sólo sirven para pretender engañar a los que reclaman mayor seguridad, como si hoy no supiéramos que las armas y la represión violenta, más que aportar soluciones, crean nuevos y peores conflictos» (EG 60). Algo escribí por aquí:

    http://coframex.blogspot.com/2017/12/la-equidad-con-los-pobres-y-contra-la.html

    Saludos fraternos

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