Voces. Gaby Jorquera [entreParéntesis] Querida Lucía,

Escribo esta carta porque no se me ocurre otra manera expresar mi dolor por tu muerte. No te conocí en vida, no conozco a tu familia, no compartimos amistades. Nuestra única coincidencia es haber vivido unos pocos años en el mismo continente. Nos separan, además de muchos kilómetros, muchos años. Yo veo cómo se acerca la cuarta década de mi vida, y la tuya ha acabado a los dieciséis años. De una manera violenta y atroz.

He visto tus fotos en la prensa y me conmuevo hasta las lágrimas. Pareces una chica de la que me habría gustado ser amiga, una sonrisa franca y abierta, las rastas alegres, los piercing brillantes, el suéter de lana y ancho, de los mismos que usaba yo cuando vivía por esas latitudes a esos años. Leo que te gustaba el arte, que dibujabas, que amabas a los animales. Llena de alegría. Llena de vida y de amor por la vida.

El domingo 9 de octubre fuiste drogada, brutalmente violada y asesinada por empalamiento, en Mar del Plata, Argentina. Una muerte horrible, como sacada de una serie de psicópatas depredadores, que hubieran atravesado la pantalla y te hubieran dado caza. No quiero ni pensar cómo fueron tus últimos momentos. Quisiera pensar que todo ese horror no tocó tu conciencia. Y aunque sé que los únicos culpables son los monstruos que te infligieron daño, te quiero pedir perdón.

Perdón porque no hemos logrado ofrecerte un entorno seguro donde crecer, porque aquellas creencias que justifican el daño a las mujeres siguen estando firmemente incrustadas en nuestras sociedades, porque ante tu muerte ha habido espacio para debates virulentos y machistas, para el acoso a tu familia, que están sufriendo lo indecible, y que ahora, además, cargan también con el miedo de las amenazas de muerte. #NiUnaMenos

Miles de personas en distintos países de América Latina han salido a la calle. El horror por tu triste destino ha traspasado las fronteras. He visto fotos de las manifestaciones en Argentina y Santiago de Chile, hombres y mujeres de todas las edades marcharon para llorar por ti, y para exigir el fin de esta lacra de asesinatos machistas. Tu muerte ha visibilizado las muertes de muchas otras mujeres que han sido víctimas, y nos ha obligado a mirar la mierda que se esconde bajo esa alfombra con la que intentamos tapar los feminicidios. #NiUnaMenos

Se llenan las calles a pesar de la represión policial. Se llenan las calles por ti, Lucía, y por otras como tú. Por ti, pero no contigo, porque no estás, y tu pérdida es una herida que no se cierra y que espero que no deje de dolernos. Tu hermano lo escribió magistralmente en una carta “…debemos ser conscientes, sí, porque esta vez le tocó a Lucía sufrir esa bestial violencia de género, pero la próxima te puede pasar a vos, o a la persona que más amás en el mundo. Hay que tomar fuerzas y salir a las calles, para gritar todos juntos, ahora más que nunca: “Ni una menos”.

Trabajaremos para traer esperanza, seguridad y libertad a las mujeres, no a través de más vigilancia y más policía, sino transformando las relaciones sociales en el respeto, la justicia y la solidaridad, en el reconocimiento de la alteridad, en la defensa de la igualdad. Llegaremos tarde para ti, querida Lucía, pero será por ti, y por todas las mujeres asesinadas como tú. #NiUnaMenos Descansa en paz, Lucía. Descansa en paz.

Lucía

Imagen extraída de: Huffington Post

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