
creo en Grégoire
Josep Cobo. [La modificación] Confesamos que Dios es amor, pero, por lo común, entendemos que el amor es Dios (o, si se prefiere, divino). No es lo mismo. Si fácilmente entendemos lo segundo es porque damos por hecho que cabe algo así como un acceso directo a Dios: que experimentar a Dios es experimentar el amor que brota de Dios (como quien siente el agua al bañarse en el mar o el nirvana al inyectarse un chute de heroína). Pero cristianamente no creemos que haya un acceso directo a Dios. Cristianamente, no hay otra presencia de Dios que la del hombre que hizo que los ciegos vieran, los cojos andaran, los muertos, resucitaran; del hombre que soporta sobre sus espaldas la altura de Dios, mejor dicho, el peso de un Dios en caída libre. Pero hay que tener presente las historias que hay detrás de las declaraciones cristianas para entenderlas. Así, ni mil tratados de exégesis bíblica pueden conseguir lo que consigue el documental Los olvidados de los olvidados. Ves la historia de Grégoire de Ahongbonon, ese hombre que se puso en manos de aquellos con los que no había nada que hacer, los locos de atar, los pobres de los pobres, esos deshechos humanos. (más…)

A los políticos
J. I. González Faus. No sé si al final tendremos nuevo gobierno o nuevas elecciones. Son días muy difíciles. Por si ayudan, me permito sugerir a todos tres breves reflexiones. Dos creo que describen los hechos; la tercera apela a la ética.
1.- Como ya dije, el resultado electoral fue el que fue, y no el que muchos hubiéramos querido. Actuar olvidando este dato puede resultar nefasto. Por eso repito lo que escribí hace poco: “la alternativa que nos queda se sitúa entre lo malo y lo peor”. Más adelante, espero que esa alternativa pueda mejorarse.
2.- Comparto la sensación de muchos analistas de que el pueblo no quiere nuevas elecciones. Si vuelve a haberlas, castigará a los que considere culpables de esa repetición. Hacerse ahora cuentas de lechera contando que, si hay nuevas elecciones me irá mejor, temo que sea un acto de autocomplacencia ciega. (más…)
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