Rosa RamosLa Iglesia Latinoamericana y Caribeña es una Iglesia rica y plural en experiencias, viva, alimentada por sus muchos testigos-mártires, que se sabe animada por el soplo del Espíritu. Ese es el gran eco a destacar, y este Congreso supo apreciarlo, por eso fue vivido como un kairos, un tiempo fuerte de gracia.

Es una gran alegría para mi, mujer, laica, uruguaya, miembro de Amerindia -amén de otros espacios sociales y eclesiales-, haber sido invitada a hacer un aporte a este blog. Desde ya muchas gracias por abrirme las puertas, y en esta primera ocasión voy a daros unas pinceladas, con entusiasmo, del reciente Congreso que tuvo lugar en Brasil.

El II Congreso Continental de Teología organizado por Amerindia, quiso reflexionar y celebrar el paso y los frutos del Espíritu en la vida de los pueblos y en la Iglesia. Precisamente el lema del Congreso fue: “Iglesia que camina con Espíritu y desde los pobres”. Siendo esos los ejes elegidos para trabajar: Pneumatología y Eclesiología.

Este Congreso, se celebró conmemorando los 50 años de la finalización del Concilio Vaticano II, así como celebramos el cincuentenario de su apertura con el I Congreso Continental en el 2012. Amerindia (cuya presentación creo que merece un aporte especial), tiene como uno de sus objetivos centrales y permanentes ser memoria viva del Concilio -la mantuvo fielmente durante el invierno eclesial-, así como cultivar y compartir con otros el rico legado de la teológica latinoamericana que se plasmó en las primeras Conferencias Episcopales Latinoamericanas de Medellín y Puebla y fue retomada en Aparecida.

Durante cinco días tuvimos la gracia de compartir la vida que el Espíritu va inspirando y gestando junto con nosotros en el continente, a través de conferencias y testimonios de hombres y mujeres comprometidos con el “reino de vida abundante” para todos y todas, haciendo Teología desde esa vida y para acompañarla. Precisamente la Teología de la Liberación se concibe a sí misma como “momento segundo”, siendo el primero la realidad, de ahí que el punto de partida de la reflexión es ese momento sagrado donde se juega la vida –y donde también tantos mueren dándola generosamente-. Asimismo nuestro modo de hacer Teología se concibe como “palabra que media entre dos silencios contemplativos”. Palabra que se abreva de la vida y que vuelve a ella para acompañar sus luchas.

Las grandes conferencias de Gustavo Gutiérrez, Víctor Codina, Pedro Trigo, Marcelo Barros, Virginia Azcuy, Cecilia Tovar, Oscar Beozo, Leonardo Boff, Juan Luis Hernández, Juan Hernández Pico, Carlos Mesters y más… las podéis encontrar en la página web de Amerindia o ver directamente en Youtube. Hoy tenemos esta gran ventaja, todo o casi todo se puede encontrar en Internet, también hay fotos y muchos comentarios disponibles. De ahí que este aporte mío será sobre todo una flecha indicadora que os guíe hacia el encuentro directo con las conferencias.

El Congreso contó además con 15 talleres temáticos que se desarrollaron durante tres días y a los que debían asistir los mismos participantes para poder pensar y producir en torno a una temática particular a partir de las conferencias o paneles generales. También cada día hubo espacio para compartir simultáneamente diversos trabajos científicos breves. A todo esto, véis que las jornadas eran intensas y prolongadas…

La celebración de estos congresos es ocasión de encuentros, no sólo de intercambios académicos, sino de auténticos y cálidos encuentros humanos, de diálogos vitales intergeneracionales. Esos grandes teólogos que  han sido y siguen siendo nuestros maestros, que vienen acompañando el caminar del pueblo desde hace más de 40 años, comparten con las nuevas generaciones sus búsquedas, esperanzas, trabajos y dolores, propios y de sus pueblos, y lo hacen en la convivencia diaria, en la liturgia, en las comidas… de tal modo que ese cara a cara fraterno, ese intercambio de miradas y de historias vitales, es también lo que celebramos. Son y somos una nube de testigos, mujeres y varones, religiosos y laicos, que construyen, construimos, una nueva eclesialidad desde abajo, desde y con el pueblo, desde y con los pobres. Y eso nos enorgullece.

Esta mirada y este lenguaje tan nuestro, es hoy también el lenguaje del papa Francisco, que invita tanto en la Evangelii Gaudium como en la Laudato si’, a ser una Iglesia no autoreferenciada sino abierta al mundo y a sus necesidades. Celebrar este II Congreso en tiempos de Francisco, fue también significativo: se vivió en un aire de libertad, de alegría, de esperanza. Lo sentimos y lo dijimos, que no se trata de caer en triunfalismos ni en personalismos, sabemos que la Iglesia es el Pueblo de Dios en marcha y que los cambios serán ciertos y sostenibles si se practican desde abajo y desde todos y todas.

Los Congresos de Amerindia tienen su peso intelectual, sin duda, basta ver los temas y quienes son los conferencistas, pero son un rico espacio-tiempo de fe y de celebración, y en este II Congreso hay que destacar que la liturgia fue excelente, emotiva y motivadora. Unía la realidad tantas veces dolorosa (un día el tema fueron las mujeres víctimas de violencia, otro los niños y adolescentes más pobres, otro los migrantes y su martirio, otro la Naturaleza agredida, etc.), con la mirada evangélica, animando a renovar el compromiso solidario y la esperanza en que es posible construir otro modo de vivir y relacionarnos. En una palabra, también la liturgia asumió nuestro método de hacer teología: ver, juzgar, actuar. De paso les comparto que en el presente insistimos en que esos tres pasos deben incluir un cuarto: el celebrar.

Es justo y necesario celebrar la vida y la pascua, porque nuestra vida es pascual. Se hizo un homenaje a la trayectoria del teólogo brasileño Juan Bautista Libanio, así como también se recordó con gratitud la entrega de personas muy significativas  para Amerindia, fallecidas recientemente en cinco países.

Mucho más tendría para deciros, pero excedería en mucho el espacio. Y como dije que mi aporte esta vez sería a modo de indicador, termino nombrando los expositores y los títulos de las grandes conferencias para que las busquéis, así como de los paneles (los expongo en orden cronológico en que se dieron):

  • Leonardo Boff: El factor religioso en el contexto de la conflictividad global.
  • Juan Luis Hernández: Procesos culturales, políticos, económicos y ecológicos continentales en el contexto de un modelo civilizatorio mundial.
  • Cecilia Tovar: Coyuntura y relevancia eclesial global y del continente: desafíos y oportunidades.
  • Panel con Etel Nina Cáceres y Vicente Mamani: Experiencias del Espíritu en algunos sujetos significativos de América Latina y el Caribe.
  • Juan Hernández Pico: El Espíritu y la autoridad de los mártires.
  • Marcelo Barros: La multiforme experiencia del Espíritu en el contexto social, cultural, y eclesial latinoamericano.
  • Panel con Solange Do Carmo, Carlos Mesters, Francisco Orofino y Eduardo de la Serna: La experiencia del Espíritu en la Biblia: Israel, Jesús, primeras comunidades.
  • Víctor Codina: Hacia una pneumatología a partir de la experiencia de América Latina y el Caribe.
  • Gustavo Gutiérrez: El Espíritu y la autoridad de los pobres.
  • José Oscar Beozzo: Diversos modos de Iglesia en el hoy de América Latina.
  • Carlos Schickendantz: Hacia una reforma eclesial a partir de la acción del Espíritu en el corazón de todos los pueblos.
  • Panel con Monseñor Álvaro Ramazzini y Virginia Azcuy: Luces para la reforma de la Iglesia en un mundo conflictivo, pluralista y desigual.
  • Pedro Trigo: La urgencia de lo esencial.

Las evaluaciones que se hicieron el último día evidenciaron la gran satisfacción de los asistentes, se destacó la organización, los contenidos, el nivel, el clima, la liturgia. Por eso al empezar os decía, y ahora reitero, que hemos vivido con corazón agradecido este Congreso como un kairos. Y como la vida nos desafía siempre, y como vamos respondiendo día a día desde nuestra fe, habrá que seguir haciendo una hermenéutica teológica de ellos, y habrá que seguir andando… Y así vendrán otros Congresos que darán cuenta de esos andares y de las reflexiones que suscitan.

banner

Imagen extraída de: Amerindia

¿TE GUSTA LO QUE HAS LEÍDO?
Para continuar haciendo posible nuestra labor de reflexión, necesitamos tu apoyo.
Con tan solo 1,5 € al mes haces posible este espacio.

Amarillo esperanza
Anuario 2023

Después de la muy buena acogida del año anterior, vuelve el anuario de Cristianisme i Justícia.

Rosa Ramos
Uruguaya, laica, docente y escritora. Formada en Filosofía y Teología. Autora de los libros ¿Espiritualidad uruguaya? Una mirada desde la teología posconciliar (2013), Espiritualidad nazarena, una mirada laical (2015); Historias mínimas. Rendijas al misterio humano (Rebeca Linke, 2019; Grupo Loyola, 2020). Miembro de Amerindia, del consejo directivo de Cáritas Uruguay y del Equipo de Formación y Espiritualidad a nivel latinoamericano.
Artículo anterior¿Por quién doblan las campanas?
Artículo siguiente¿De qué se habló en la 1ª Jornada de Pensamiento Fe-Justicia?

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingresa tu comentario!
Please enter your name here