Sonia Herrera. En 1998 José Sols recogía en el cuaderno número 86 de Cristianisme i Justícia una frase de Jon Sobrino que decía: “en Ellacuría había un gran interés por comprender la historia, pero aún más por influir en ella”.
16 años después de que se escribiera esa frase y 25 desde que Ignacio Ellacuría y sus compañeros -así como Elba y Celina Ramos- fueran asesinados, no podemos concebir una comprensión de la realidad histórica completa que no incluya un acercamiento a la memoria audiovisual que reconstruye un determinado momento.
Sería pretencioso querer analizar todo lo que se ha dicho en los medios audiovisuales en estos años sobre los mártires de la UCA y qué tipo de representación se ha hecho de lo acontecido en El Salvador en noviembre de 1989. No es mi intención aquí. Pero sí lo es alentar a que se haga y presentar y poner en valor una pequeña muestra de reportajes periodísticos y documentales que a lo largo de los años han colaborado en la construcción de la memoria social, en la búsqueda de justicia frente al olvido y en el desmantelamiento de esa «historia oficial» escrita por los asesinos (tal y como afirmaba el personaje de Horacio Costa en la oscarizada película de Luis Puenzo).
Y es que vivimos en una cultura hipervisual. El cine y los medios audiovisuales, en general, son desde hace décadas poderosas herramientas de socialización y generadores indiscutibles de conocimiento. Así que ¿cómo obviar su capacidad de recuperar la memoria, de reescribir la historia y de influir -para bien o para mal- en ella?
[…] a exponer y profundizar las claves que nos muestra sobre el ya mencionado legado de los jesuitas mártires de la UCA al campo de la cultura, de las humanidades y educación. Con la teología y espiritualidad […]
[…] vamos a presentar y profundizar sobre esta experiencia universitaria y cultural de los jesuitas mártires de la UCA que, como Universidad Jesuita, muestra muy bien toda la fecundidad de la cosmovisión y […]