Cristianisme i Justícia. “La doctrina social de la Iglesia no es teoría: es la expresión de la dimensión social de la fe”. Son palabras del secretario de Pontificio Consejo de Justicia y Paz, Mons. Mario Toso en su intervención, el pasado 19 de abril, en las jornadas “Por un orden mundial más justo”, organizadas conjuntamente por Justícia i Pau de Barcelona, y el centro de estudios Cristianisme i Justícia. El objetivo de estas jornadas era precisamente “dar a conocer la doctrina social de la Iglesia”, tal y como explicó Eduard Ibáñez, director de Justícia i Pau, ya que, en general es poco conocida, y en cambio, ofrece muchos elementos de reflexión y actuación, orientados hacia un modelo económico y social al servicio de las personas y del bien común.

Este año, con el título “Unas finanzas orientadas al bien común”, se ha abordado la cuestión de cómo determinadas prácticas financieras han tenido, en los últimos años, consecuencias dramáticas para muchas familias. La ponencia inicial, a cargo de Mons. Toso, estuvo dedicada a la necesidad de una reforma financiera y monetaria internacional. Mons. Mario Toso es secretario de Justicia y Paz desde octubre del 2009 y se ha especializado en el estudio del Estado del Bienestar.

En su intervención repasó la evolución y las causas de la actual crisis financiera internacional, insistiendo en su carácter estructural y sistémico. Estamos ante una crisis esencialmente antropológica y ética, afirma Toso. Las subprime, el exceso de deuda…, pero también una política que ha liberalizado los mercados y que “ha favorecido el crecimiento de un capitalismo financiero especulativo y desregulado que tiene como objetivo el beneficio a corto plazo” están en el origen de la situación que estamos viviendo.

Este dogma del beneficio a corto plazo ha destruido, según Toso, el capitalismo que financiaba la economía real, provocando la recesión y desestructuración de esta economía. Todo ello, mientras las autoridades políticas nacionales se declaraban incapaces de controlar la situación. “Si dejamos intactos los mecanismos financieros tal y como están hoy, podemos prever un enorme crecimiento de la pobreza”, alertó el secretario del Pontificio Consejo de Justicia y Paz, que pidió la creación de estructuras de gobierno mundial democráticas capaces de regular las finanzas.

En este sentido apuntó hacia una serie de medidas concretas que están muy en la línea de las propuestas alternativas que se pueden escuchar en la calle: la limitación de los sueldos de los altos ejecutivos, la aplicación de la Tasa Tobin a las transacciones puramente especulativas, el poner fin a los paraísos fiscales, la democratización de las finanzas a través de fórmulas alternativas como la banca ética… En el fondo de todas estas propuestas está la necesidad de recuperar la primacía de la ética y la política. Por esta razón Mons. Toso abogó por una “nueva evangelización de lo social”, ya que en palabras suyas “una verdadera revolución social y económica, o será espiritual y moral, o no será”.

La primera ponencia de la sesión del sábado 20 de abril estuvo a cargo de José L. Fernández, profesor de ética de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales (ICADE) de la Universidad Pontificia de Comillas. El profesor se situó en continuidad con la ponencia de Mons. Toso cuando habló de que “la actividad financiera tiene una indiscutible dimensión ética”. Preguntas como “¿qué producir?, ¿cómo producirlo?, ¿cómo distribuir lo que se ha producido?” son cuestiones ligadas a decisiones individuales y colectivas, y situar todas las respuestas en el ámbito de un “mercado abstracto y amoral” ha conducido a un error de consecuencias muy graves. Hay que resituar de nuevo la tarea del sistema financiero en el ámbito de la prestación de servicios, haciendo lo que se ha hecho siempre: poner en contacto los ahorradores con las personas con proyectos empresariales. El profesor Fernández se mostró en este sentido muy crítico con la responsabilidad social corporativa, ya que se concibe muchas veces como una simple táctica publicitaria de limpieza de imagen. Una forma, en definitiva, de no hacer nada y de mantener el actual statu quo.

La jornada la cerró Eulàlia Reguant una de las promotoras del proyecto de banca ética FIARE. Precisamente el objetivo del proyecto que se inició en Italia y que ahora se está desarrollando en Cataluña, es convertirse en un instrumento de intermediación financiera que permita dirigir el ahorro de personas, familias y organizaciones hacia proyectos que supongan una transformación de nuestra sociedad. Además, por el tipo de implementación territorial y de gestión, aspira a ser un banco “en manos de la ciudadanía, creado desde la base, donde la participación de las personas y entidades sociales sea un factor clave”.

Fue una manera de concretar en una propuesta realista y ya en funcionamiento los principios que tanto Mons. Toso como José L. Fernández habían enumerado en sus ponencias: democracia, bien común, proximidad… Todos ellos principios bien presentes en la doctrina social de la Iglesia y que por desgracia deberían ser más conocidos (y practicados).

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Aquí  tenéis más información sobre las jornadas:

Vídeos de las charlas

– Cuaderno virtual con la transcripción de la conferencia de Mario Toso: «Las finanzas al servicio del bien común y de la paz»

Imagen extraída de: USF Newsroom

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