Víctor CodinaEl filósofo alemán Hans Vaihinger  (1852-1933) fue conocido especialmente por su filosofía del “como si” (Philosophie des Als Ob). Según él,  todos nosotros, al no conocer realmente la realidad subyacente, construimos  sistemas de pensamiento y nos comportamos “como si” el mundo encajara en nuestros modelos. Esta actitud que el filósofo alemán ejemplificó  con casos de la física, se puede aplicar también a toda la vida: muchas veces actuamos “como si”.

También en  nuestros días  muchos  actuamos “como si”: vivimos como si no fuéramos a morir nunca; explotamos el planeta tierra como si fuera eternamente renovable; comemos y reímos como si nadie en el mundo pasase hambre ni llorara; nos sentimos felices como si todo el mundo gozase de la sociedad del bienestar; aceptamos ciegamente la modernidad ilustrada o la postmodernidad como si fuesen algo absoluto e incuestionable; defendemos el modelo actual de sociedad occidental como si fuese el mejor modelo posible; en fin, caminamos por la vida como si Dios no existiera.

Pero, ¿y si Dios existiera? ¿Y si gran parte de la humanidad viviese a niveles de supervivencia? ¿Y si grandes multitudes pasaran hambre y lloraran? ¿Y si los recursos de la tierra se fueran agotando y destruyendo? ¿Y si tanto la modernidad como la postmodernidad  no fuesen algo definitivo? ¿Y si el modelo de sociedad occidental no fuese el único ni el mejor posible? ¿Y si un día nos llegara la muerte?

Tendríamos que vivir de forma alternativa al “como si”: como si hubiéramos de morir, como si fuéramos un islote de bienestar en medio del océano de pobreza, como si los recursos naturales y la biosfera estuviesen en grave peligro, como si hubiera otros modelos diferentes al de la sociedad occidental, como si Dios existiera.

Seguramente entonces nuestra vida sería más real y auténtica. Para ello hemos de despertarnos del letargo de falsa inocencia y enfrentarnos a la realidad. Aunque de momento esto nos duela, a la larga nos haría más humanos y nos haría resucitar a la vida verdadera. Solo así sintonizaremos con el proyecto amoroso de Dios para con la creación y para con toda la humanidad.

Imagen extraída de: OEI

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Victor Codina
Jesuita. Estudió filosofía y teología en Sant Cugat, en Innsbruck y en Roma. Doctor en Teología, fue profesor de teología en Sant Cugat viviendo en L'Hospitalet y Terrassa. Desde 1982 hasta 2018 residió en Bolivia donde ha ejercido de profesor de teología en la Universidad Católica Bolivia de Cochabamba alternando con el trabajo pastoral en barrios populares Ha publicado con Cristianisme i Justícia L. Espinal, un catalán mártir de la justicia (Cuaderno nº 2, enero 1984), Acoger o rechazar el clamor del explotado (Cuaderno nº 23, abril 1988), Luis Espinal, gastar la vida por los otros (Cuaderno nº 64, marzo 1995).
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2 Comentarios

  1. No creo que haya alternativa al «como si». Efectivamente actuamos «como si » no se pudiera hacer nada. Lo que hay que hacer es cambiar la segunda parte del enunciado. Es decir, y si actuáramos como cristianos. Tan simple como eso y tan difícil

  2. VIvim en un entorn cada vagade mes agrasiu i no tornem aquesta agrasivitat amb Pau i silenci.

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