Jaume Flaquer. Empieza un nuevo curso…, volvemos al trabajo habitual. En estos días siento la necesidad de ofrecer, presentar y confiar todo el año ante Dios. Es tiempo de generar proyectos, de despertar ilusiones y de fundar esperanzas. Por supuesto, ante nuevos retos, también aparecen nuevos temores y se vislumbran algunas cruces. Pero son cálices que quizás, esta vez, Dios sí que apartará de mí.

Mi oración está habitada por aquella petición introductoria que Ignacio invita a hacer al principio de cada rato de oración: “Que todas mis intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su divina Majestad”, es decir, que todo lo que busque, que todo lo que haga y todo lo que proyecte no esté curvado hacia mí, sino que tenga a Dios como su meta y la ayuda del prójimo como su fin. Los Ejercicios Espirituales son una escuela de purificación del deseo. Al principio de este nuevo curso podríamos intentar todos purificar nuestros proyectos de aquella búsqueda de uno mismo que hace que toda intención y acción tenga el propio bienestar (de cualquier tipo) como su único fin.

La petición de san Ignacio no es diferente de aquella que la liturgia nos ofrece: «Señor, que tu gracia inspire, sostenga y acompañe nuestras obras, para que nuestro trabajo comience en Ti como en su fuente, y tienda siempre a Ti como a su fin». Sabemos que para que llegue a Dios “como a su fin” ha de pasar necesariamente por el hermano. Por tanto, debemos preguntarnos si nuestros proyectos para este año van a dejar el mundo un poco mejor que al principio, sea a nivel de nuestras relaciones más cercanas (fraternidad), sea al nivel de nuestra relaciones con la naturaleza (ecología) o sea a nivel de las estructuras sociales (justicia).

Y hablando de principio de curso…, éste sólo comienza para aquel que trabaja. Aquel, o más bien, aquellos muchos que están en paro no empiezan nada, pues su ciclo de trabajo-descanso quedó quebrado brutalmente. Si todos éstos no están en el horizonte de nuestro trabajo, de una manera u otra, es que no hemos empezado bien el curso.

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Amarillo esperanza
Anuario 2023

Después de la muy buena acogida del año anterior, vuelve el anuario de Cristianisme i Justícia.

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Jesuita. Profesor en la Facultad de Teología de Granada (Universidad Loyola) y director de su Cátedra Andaluza para el diálogo de Religiones (CANDIR). Licenciado en filosofía por la UB. Licenciado en Teologia por el Centro Sèvres de París. Doctorado en Estudios Islámicos por el EPHE (Sorbona de París) con una tesis sobre el místico sufí Ibn ´Arabî. Ha realizado largas estancias en la mayoría de países islámicos del Mediterráneo, especialmente en Egipto (3 años). Ha publicado con Cristianisme i Justícia en su colección Cuadernos CJ Fundamentalismo (mayo de 1997), Vidas Itinerantes (diciembre de 2007) e Islam, la media luna… creciente (enero de 2016), así como diversos Papeles CJ como «Coronavirus: una sola humanidad, una común vulnerabilidad» (mayo de 2020) o «Palestina: la reivindicación imposible» (junio de 2021), entre otros.
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1 COMENTARIO

  1. Si. Como dice Teilhard de Chardin, que nuestro esfuerzo vaya ayudando a la «cristificación» del Mundo…
    Y que nosotros nos apoyemos unos a otros.
    Saludos

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