Elvira Durán Costell. Los que participamos en el proyecto de la exposición CAMBIO DE RUMBO: 9 condiciones para un mundo sin pobreza  (www.canviderumb.cat) estamos convencidos de que sí, que en el siglo XXI podemos conseguir erradicar la pobreza. Como afirmó Toni Comín, comisario de la muestra, en el acto de inauguración de la versión ampliada que celebramos el pasado 27 de septiembre:   “El siglo XXI puede pasar a la historia de la humanidad como el siglo de la erradicación de la pobreza, o al menos de la pobreza extrema, de la misma manera que el siglo XIX pasó a la historia como el siglo de la erradicación de la esclavitud”.

¿De qué depende que este objetivo histórico se haga realidad? Las Naciones Unidas en la Declaración del Milenio (New York, septiembre 2000) impulsaron una Alianza Mundial contra la Pobreza  que se concretó en los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Si  éstos se alcanzasen se reducirían drásticamente los niveles de pobreza extrema en el mundo, pero difícilmente avanzaremos por ese camino si “previamente no transformamos completamente las relaciones económicas entre los países ricos y los países pobres y emergentes. Nunca se alcanzarán si no hacemos reformas profundas en las reglas del comercio mundial, de los mercados financieros, de la ayuda al desarrollo. Reformas imprescindibles, reformas urgentes. Nunca se alcanzarán si antes no hacemos realidad estas 9 condiciones para un mundo sin pobreza:

1. Para que todos podamos cubrir nuestras necesidades básicas (alimentación, salud, educación primaria y sanidad básica) :

Crear un Fondo Mundial contra la Pobreza, financiado con impuestos mundiales

2. Para que todos podamos tener un trabajo digno:

Garantizar los derechos laborales (salario mínimo, subsidio de paro, derecho a la sindicación y a la negociación  colectiva, etc.) en todos los países del mundo.

3. Porque el comercio mundial también sirve para el crecimiento económico de los países pobres y emergentes

Acabar con las subvenciones agrícolas, con los aranceles  progresivos y con la prohibición de proteger las industrias nacientes.

4. Porque los recursos naturales no sean una maldición para los países que los poseen:

Establecer normas internacionales anti-soborno, prohibir el comercio de minerales de países en guerra civil, garantizar un precio justo a cambio de los derechos de extracción

5. Para que todos podamos disponer de los medicamentos que necesitamos para curarnos:

Crear un Fondo Mundial de Rescate de Patentes

6. Para que los países pobres y emergentes no tengan que dedicar sus presupuestos a pagar los créditos que tienen en el extranjero:

Condonar la deuda externa de los países  pobres y reducir la deuda externa de los países emergentes

7. Para que nadie pueda evadir impuestos de manera masiva o blanquear el dinero negro obtenido por medio de negocios criminales:

Suprimir los paraísos fiscales

8. Para que el derecho del capital a circular por los mercados financieros no sea una fuente de inestabilidad y de criris económica constante

Regular profundamente el sistema financiero internacional

9. Para que las instituciones económicas internacionales lleven a cabo todas estas reformas:

Democratizar el FMI, reforzar la capacidad de negociación de los países pobres y emergentes en la OMC, establecer un Consejo de Seguridad Económico y Social en la ONU, establecer un sistema tributario internacional

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Amarillo esperanza
Anuario 2023

Después de la muy buena acogida del año anterior, vuelve el anuario de Cristianisme i Justícia.

Elvira Duran Costell
Licenciada en Filosofía. Trabaja en la enseñanza secundaria, en proyectos de educación no formal y en Formación de adultos. Miembro de Cristianisme i Justícia.  Miembro de Projecte Democràcia Econòmica. Colaboró en el libro publicado por CJ “Maestros de la sospecha, críticos de la fe”.
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